Más de un centenar de alemanes se autodenuncian en el escándalo fiscal
Un total de 91 contribuyentes han confesado ante la Fiscalía de Bochum y otros 72 han presentado denuncias contra sí mismos (figura jurídica con la que se busca evitar la cárcel), en el marco del fraude tributario relacionado con las fundaciones que tienen sede en el Principado de Liechtenstein.
Así lo informó ayer la Fiscalía que indicó que los evasores confesos han pagado ya al fisco alemán 27,8 millones de euros y que se esperan también pagos millonarios de los que se han denunciado a sí mismos.
El ministro de Finanzas alemán, Peer Steinbruck, había recomendado públicamente a los implicados presentar denuncias contra sí mismos antes de encontrarse con la fiscalía 'en la puerta de su casa'.
De momento, las declaraciones de las personas que se han inculpado voluntariamente están siendo examinadas por la Fiscalía para determinar si son lo suficientemente completas como para que los evasores gocen de los posibles privilegios judiciales.
En Alemania, una ley permite a los evasores que retornen su capital al país para librarse de la persecución penal si pagan el impuesto correspondiente y presentan una denuncia en su contra.
La Fiscalía no quiso revelar nombres con lo que el único implicado claramente identificado sigue siendo el ex presidente del consorcio logístico Deutsche Post Klaus Zumwinkel, cuya detención provisional fue objeto de un amplio despliegue mediático.
Con respecto al caso Zumwinkel, la Fiscalía negó ayer haber informado previamente a la Segunda Cadena de Televisión Alemana (ZDF) de los planes de registro de su domicilio.
En Suecia se han abierto investigaciones contra cerca de 100 presuntos evasores, que habrían aprovechado también el paraíso fiscal de Liechtenstein.
El delito de evasión fiscal puede ser castigado en Alemania con penas de cárcel de hasta 5 años o incluso de 10 años, sólo en casos especialmente graves. Sin embargo, la mayoría de los casos suelen cerrarse con una multa.