Bilbao competirá en la Fórmula 1 para universitarios
Cincuenta estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao han diseñado el vehículo con el que competirán por primera vez en la Fórmula Student, la prueba en la que participarán un centenar de combinados de 85 universidades de 23 países. La cita es a mediados del próximo julio en el circuito inglés de Silverstone.
El monoplaza que han inventado los estudiantes vascos seguirá la rodada dejada una semana antes en la pista británica por los monoplazas de campeones del volante pequeño como Fernando Alonso, Kimi Raikkonen y Lewis Hamilton, que este verano también tienen una cita en Silverstone.
La Fórmula Student es un reto para todos los estudiantes de ingeniería del planeta que quieren desarrollar su futuro profesional en la industria de automoción. Cada equipo desarrolla y construye su propio monoplaza para que tenga el tope de prestaciones en pista. Hay dos condiciones insalvables para todos los participantes. El motor del prototipo tiene una capacidad máxima de 600 centímetros cúbicos (el mismo cubicaje de una moto de alta gama) y su peso total (con conductor) ronda los 300 kilos. A partir de ahí, los estudiantes tienen que sacar el máximo de rendimiento al monoplaza. 'También depende del dinero con que contemos', insistieron ayer los estudiantes vascos, que tienen un presupuesto de 90.000 euros para este proyecto y sólo han cubierto 30.000 euros.
El monoplaza que salga de la Escuela de Ingenieros de Bilbao será sometido a varias pruebas estáticas y dinámicas en Silverstone, y el examen final incluirá un test de resistencia con veinte pruebas al circuito inglés, 'algo que muy pocos equipos pueden conseguir', matizaron ayer. Desde Bilbao, en la edición de 2008 sólo se plantean 'jugar y perder', para intentar competir por un podio en la Fórmula Student de 2010.
En Silverstone sólo participará otro equipo de universitarios españoles, procedentes de la Universidad Politécnica de Madrid. El proyecto no deja de lado la economía. Cada equipo debe demostrar a los jueces que cualquier fabricante pudiera producir mil unidades al año de su monoplaza, para venderlas a un precio de mercado inferior a 21.000 euros.