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Tribuna
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La economía en el debate electoral

A pesar de la expectativa que generó el debate entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro el jueves en televisión, el autor concluye que ninguno ofreció soluciones satisfactorias para los problemas reales de la economía. Y cita el paro, la inflación, los impuestos o los salarios

Como ciudadano y como economista presencié con gran interés el debate de Pedro Solbes y Manuel Pizarro en Antena 3. Al margen de mis preferencias ideológicas, voy a intentar exponer, con sentido crítico, cómo se plantearon los problemas de nuestra economía, las soluciones propuestas y los temas de los que en mi opinión se podía haber sacado más partido.

En relación con el paro Pizarro dio datos de la actualidad caracterizada fundamentalmente por la caída de la construcción residencial. Solbes respondió comparando los promedios anuales de ocupados y parados en 2003 y 2007 sin advertir que el boom inmobiliario que permitió ese aumento del empleo fue impulsado por el bajo nivel del tipo de interés y se cubrió con inmigrantes que aceptaban salarios bajos, lo cual no va a ocurrir en el futuro. En el momento actual, por tanto, al subir el tipo de interés y caer la demanda de la vivienda ha cambiado la situación radicalmente y hay que buscar nuevos factores para impulsar el empleo. Pizarro propone una reducción de impuestos que estimule a las empresas y favorezca el consumo de los particulares pero Solbes objeta que las medidas fiscales reducirían fuertemente el ingreso público y habrá que concretar qué gastos se recortan.

Al problema de la inflación ambos le dan mucha importancia y Solbes recurre de nuevo a la comparación del promedio anual del 2003 y 2007 para demostrar que en el pasado se han dado presiones de precios parecidas, aunque el precio del petróleo era casi una tercera parte inferior. Pizarro ofrece unos datos llamativos del incremento de precios de productos básicos en estos últimos meses y hace también referencia a la subida de los precios de la electricidad, pero ninguno de los dos habla de las redes de distribución ni proponen otras soluciones concretas, aunque Solbes espera que el proceso se detenga.

Pizarro desaprovechó la ocasión para referirse a las frustraciones de Solbes ante la aprobación de determinados gastos

Por lo que se refiere al sistema impositivo se reconoce que ha aumentado la presión fiscal en dos puntos durante esta legislatura y es clara la contraposición en los planteamientos: Solbes da más importancia al gasto público y Pizarro a la reducción de impuestos. Pizarro piensa que a pesar de bajar los impuestos puede aumentar la recaudación y, en todo caso, propone que se pueden ahorrar gastos para compensar esos 30.000 millones que Solbes calcula que disminuirá el ingreso público, suprimiendo el Ministerio de la Vivienda, la Oficina Económica del Gobierno y otros gastos como los arreglos al piso del señor Bermejo o los pagos a los terroristas del AVN que están en los ayuntamientos del país Vasco. Solbes se opone a 'estos juegos florales' pero no da datos sobre el gasto que van a suponer las mejoras propuestas de rentas de familias, trabajadores y pensionistas, ni de las medidas adoptadas a favor de empresas y autónomos y para favorecer el alquiler de viviendas y piensa que se seguirá manteniendo la favorable situación presupuestaria, aunque se calcularon los ingresos previendo un crecimiento del 3,3% del PIB, que luego se redujo al 3,1% y según las previsiones de la UE y de la OCDE, estará entre el 2,4 y el 2,7%.

En relación con los salarios, Solbes da unos datos sobre el incremento que han experimentado, pero ni él ni Pizarro hacen referencia a la desproporción que ha habido en el aumento de los beneficios en relación con los salarios. Parece claro que a Pizarro no le interese aludir a los beneficios para no enemistarse con los empresarios y Solbes posiblemente tampoco tocó el tema para no dejar mal a sus fieles ugetistas, aunque hizo una velada alusión a los ingresos de Pizarro, cuando a propósito del gasto en el piso de Bermejo se preguntó '¿con qué quiere que comparemos esa cifra? porque hay muchas cifras en los periódicos para comparar con esa cifra'.

Aunque se habló de otros temas como el déficit del sector exterior, las pensiones y la política de viviendas pensamos que Pizarro desaprovechó una magnífica ocasión al no hacer referencia a las frustraciones que en una entrevista Solbes mencionó haber sentido por la ligereza con que se aprobaban gastos en determinados ministerios sin contar con él. Tampoco insistió mucho Pizarro en la falta de independencia de los organismos reguladores, que es un factor decisivo para el funcionamiento de una economía de mercado.

Concluimos, pues, que a pesar de las expectativas el debate no nos ofreció soluciones satisfactorias para los problemas reales de la economía.

Eugenio Recio Profesor honorario de Esade (URL)

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