Sapa y Alcoa deciden cerrar una de las plantas que comparten en España
Sapa y Alcoa han decidido cerrar su fábrica de Noblejas (Toledo), una de las cuatro que comparten en España desde el pasado mes de junio. La decisión afectará a 159 trabajadores. Los sindicatos exigen a las empresas un plan de futuro conjunto para las cuatro plantas, pero las compañías consideran la decisión 'innegociable'.
La entrada del grupo sueco Sapa en España no va a ser precisamente plácida. Medio año después de desembarcar en el mercado de los perfiles de aluminio de la mano de la estadounidense Alcoa, ya ha anunciado el cierre de una de las cuatro fábricas que tiene en el país. En concreto, la de Noblejas (Toledo), una decisión que afectará a los 159 trabajadores de la factoría, 136 de ellos contratados de manera directa.
En noviembre de 2006, Alcoa alcanzó un acuerdo con la multinacional noruega Orkla (matriz de Sapa) para crear una joint venture con sus divisiones de extrusión de aluminio que operaría bajo el paraguas de Sapa. En España, este pacto, que se materializó en junio de 2007, incluía a las cuatro prensas de extrusión del grupo estadounidense: la navarra de Irurtzun (que procedía de Reynolds), la de Noblejas, la gallega de Arteixo (ambas procedentes de Inespal) y la catalana de La Selva del Camp. El pasado día 7, Sapa presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) ante la Junta de Castilla-La Mancha en el marco de un cese de actividades en la planta.
El consejero delegado del grupo en España, Ignacio Santamaría, explicó ayer a CincoDías que las cuatro plantas vienen trabajando el último año al 65% o 70% de su capacidad, algo que no permite lograr los rendimientos financieros que exige la dirección de Sapa. Según sus estimaciones, España tiene en la actualidad un exceso de capacidad de producción de perfiles del 35%, lo que se va a acentuar en los próximos dos años con la ralentización del sector de la construcción.
Por eso, señaló que, tras un estudio, se ha considerado más lógico, 'desde el punto de vista logístico y financiero', el cierre de Noblejas, especializada en sistemas de carpintería y mamparas de baño y que acoge al departamento de I+D de sistemas de construcción de la empresa. Una decisión que es 'innegociable', apostilló el directivo.
Especialización de plantas
En todo caso, Santamaría subrayó que el grupo va a seguir apostando por el mercado español, por lo que va a seguir adelante con los planes de inversión previstos en sus otros tres centros, con un desembolso aproximado de entre 15 y 22 millones de euros en los próximos tres años. Su intención es que la fábrica de Arteixo se centre en el negocio de la construcción, la de Irurtzun en el de la industria y la de La Selva en productos especiales para Europa.
Desde Alcoa, se mostraron confiados en que el cierre sirva para garantizar la continuidad de Sapa en España. Además, precisaron que la decisión ha sido adoptada por su socio, que es el responsable de gestionar las cuatro plantas que comparten en España. Alcoa tiene un 45% de la joint venture pactada para el negocio de extrusión.
El anuncio de cierre ha puesto en pie de guerra a los trabajadores de Noblejas y a los sindicatos, que ayer protagonizaron un jornada de huelga y protestas ante la sede de Alcoa en Madrid. 'Alcoa debe asumir su responsabilidad. Ha vendido la empresa hace seis meses, mantiene un 45% de las acciones y es propietaria de parte de los terrenos', puntualizó José Ignacio San Miguel, responsable sectorial de la federación de metal, construcción y afines de UGT. En la misma línea, José Ramón Laso, responsable de siderurgia de CC OO, indicó que el grupo estadounidense 'no puede irse de rositas'. En este sentido, recordaron que los directivos de Alcoa defendieron el año pasado la llegada de Sapa como la mejor garantía de futuro para las fábricas.
Los sindicatos van a tratar de movilizar a los trabajadores de todas las plantas que Alcoa y Sapa tienen en España para lograr la retirada del ERE y tratar de forzarles a negociar un plan de viabilidad conjunto para las cuatro prensas de extrusión. A su juicio, el cierre no tiene justificación ni industrial ni económica, por lo que esperan que el ERE sea rechazado por la Junta.
Noblejas, una fábrica de la antigua empresa pública Inespal
La fábrica de Sapa y Alcoa en Noblejas (Toledo) procede del antiguo productor de aluminio estatal Inespal, privatizado en 1997. El grupo entró en crisis a principios de los 90 por la fuerte competencia del aluminio ruso, lo que llevó al Gobierno a enajenar la firma.La mayor parte de los activos de Inespal fueron a parar a manos de Alcoa, que entonces desembolsó unos 410 millones de dólares. El grupo estadounidense hizo con las plantas de Noblejas y La Coruña, dedicadas a la extrusión; las de San Ciprián y Avilés, de alúmina y aluminio primario; las de aluminio laminado en Amorebieta, Alicante y Sabiñánigo; y las oficinas de Madrid. La SEPI mantuvo el control de la fábrica de Linares (ahora en manos de Alibérico) y el antiguo equipo directivo se quedó con la alicantina Ferroperfil.