Solvencia y financiación
España precisa de recursos financieros del exterior para costear su crecimiento como ningún otro país de la UE, porque ningún otro socio ha experimentado un crecimiento tan acelerado y prolongado. Y la vía de entrada de la financiación es, lógicamente, el sistema bancario, que acude a los mercados europeos regularmente, y al BCE cuando, por una situación extraordinaria, el interbancario presenta escasez de recursos. No obstante, en diciembre España apeló al BCE en una proporción sobre el PIB inferior a las demandas de Alemania, ya que el pasivo de clientes permite alimentar la demanda de crédito sin problemas. Además, cuando la banca española acude al BCE, lo hace aportando subyacentes de primera categoría como sólido colateral, exhibiendo la capacidad financiera de uno de los negocios más solventes y mejor gestionados del mundo. Y, sobre todo, con una transparencia que se echa en falta en muchos de sus colegas europeos.