La UE declarará ilegal el cobro adicional por las maletas
Las autoridades aéreas no paran de recibir quejas de los consumidores por las prácticas abusivas de las low cost. Publican precios de risa, pero después los multiplican con extras, no siempre legales. La UE quiere terminar con el cobro adicional por facturar maletas. Afirma que el coste de transportar el equipaje es parte inseparable del servicio pagado en el billete.
Las autoridades aéreas de la Unión Europea y Aviación Civil española están dispuestas a intervenir. Durante los últimos años, las asociaciones de consumidores reciben constantes quejas de los usuarios y presionan para que se ilegalicen los engaños en el proceso de reserva de los vuelos. Bruselas prepara una normativa, incluida en el tercer paquete del transporte aéreo, que fijará las bases para conseguir 'transparencia en la publicidad en las tarifas'.
Aunque se vigilarán todo tipo de abusos, la iniciativa europea se centrará especialmente en la erradicación del cobro adicional por equipaje que vienen realizando, sobre todo, las aerolíneas de bajo coste.
En España, la persecución de esta práctica irregular, ya está amparada por la ley de Protección y Defensa de los Consumidores aprobada en noviembre de 2007. La normativa recoge que 'la tarifa aérea incluye el transporte del viajero y su equipaje'. El Ministerio de Consumo no se opone a que las aerolíneas cobren por estos conceptos pero cree que es imprescindible que este coste esté incluido en el precio inicial que anuncian las compañías en sus páginas web o en los buscadores.
Bruselas no se opone a estos costes, pero obliga a que figuren en la oferta
En vista de que esta normativa no está siendo aplicada por una parte del sector de vuelos baratos, las autoridades de Aviación Civil española está implicándose en la preparación de la nueva normativa europea que prohibirá los abusos en todos los países comunitarios.
La Unión Europea ya ganó una importante batalla en favor de la transparencia de las tarifas aéreas cuando hace dos años obligó a las aerolíneas baratas y a las de red a incluir en el precio publicado de sus billetes el importe de las tasas aeroportuarias, de transporte y de emisión.
El cumplimiento de esta exigencia de Bruselas ha sido casi total entre las aerolíneas de red. Sin embargo, a las aerolíneas de bajo coste les resulta mucho más difícil de aceptar estas tarifas completas ya que su modelo de negocios consiste, precisamente, en conseguir atraer al cliente con un precio irrisorio e ir añadiendo el mayor número de extras posible.
Los miniprecios que aparecen en las páginas web de las aerolíneas de bajo coste terminan por no ser tales y esconden un sinfín de cargos adicionales de los que el cliente sólo se hace consciente cuando finaliza su viaje.
Por ejemplo, si la reserva del vuelo se efectúa a través del teléfono, estas aerolíneas penalizan la venta con un suplemento. También cobran más si la reserva se paga con tarjeta de crédito, si el pasajero factura su equipaje (va subiendo el precio por maleta transportada), si decide contratar un seguro de viaje y si elige asiento (con mayor facilidad para entrar y salir). Ryanair, además, cobra al pasajero por facturar en el aeropuerto, a fin de premiar la reserva y embarque hechos desde internet. Así ahorra el coste del personal.
Si bien las low cost son las que más recurren a estos extras en el proceso de reserva de un vuelo, las aerolíneas regulares también caen en la tentación incorporando cargos adicionales por subida del carburante. Durante los últimos ejercicios casi todas las compañías de red han recurrido a esta táctica con el fin de maquillar el precio que se comunica en principio al mercado.
Otra práctica que es motivo de preocupación por parte de las autoridades aéreas y las asociaciones de consumidores se refiere a las informaciones sobre los derechos del pasajero que se incluyen en los billetes electrónicos. El contenido de los antiguos boletos de papel estaba diseñado y controlado por la patronal de las líneas aéreas, IATA. Pero ahora los ciberbilletes son emitidos por cada compañía con unos criterios cada vez más confusos. Fuentes cercanas a Aviación Civil han señalado que 'los nuevos billetes virtuales tienen mucha más literatura que los antiguos de papel, pero son menos transparentes y aportan menos garantías a sus usuarios'.
Por otra parte, el Consejo de Ministros, aprobó que Aviación Civil se fragmente y de lugar a la nueva Agencia Estatal de Seguridad Aérea y a otro organismo que controle la navegación aérea. El nuevo ente entrará en funcionamiento antes del próximo 2 de junio de este año y asumirá las competencias inspectoras y sancionadoras en materia de seguridad aérea y de protección de los derechos de los pasajeros.
Las 'low cost' disparan las tarifas ofertadas
Ryanair es la aerolínea que se permite más licencias a la hora de sumar cargos en el proceso de reserva de un vuelo. La Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV) pone algunos ejemplos.Un vuelo de ida y vuelta desde Gerona hasta Glasgow está anunciado en la página de Ryanair a 44,9 euros la ida y a 0,01 céntimo de euros la vuelta, 45 euros en total. Cuando el internauta entra a hacer una reserva, se sumerge en un largo túnel de cargos adicionales.En primer lugar, debe añadir en la ida 17 euros en concepto de impuestos, gastos y cargos, algo que debería estar incluido por ley en el precio inicial. Por el regreso le cobran otros 27 euros. Con ello, el precio ya asciende al 88,9 euros, el doble de lo que costaba al principio.A esta cifra se suman ocho euros si se factura en el aeropuerto y 18 euros del polémico cargo por maleta. La suma asciende a 114,91 euros (sin contar el coste de pago con tarjeta de crédito).Para las asociaciones de usuarios y de agencias de viaje, Ryanair incumple la Ley de Protección y de Defensa de los Consumidores, según la responsable jurídica de la asociación, Catiana Tur.La asociación ha interpuesto una demanda contra la aerolínea irlandesa ante el Instituto Nacional de Consumo y en diferentes autonomías a fin de evitar casos de este tipo en los que 'se da un claro engaño al consumidor'.Easyjet también desglosa el cargo por maleta en sus reserva. Un vuelo de Madrid a Tánger viene a costar 14,9 euros el trayecto a lo que hay que sumar 11,9 euros por bulto facturado. Con ello, la suma asciende a 41,9 euros. A diferencia de Ryanair, Easyjet incluye las tasas en el precio y da opción de embarcar de forma rápida (speedy boarding), cobrando seis euros más.
La cifra
23,9 millones de pasajeros llegaron a España utilizando los servicios de las compañías de bajo coste. Suponen ya el 39,9% del mercado aéreo total.