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Columna
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Aumenta el paro, pero disminuye la temporalidad

El mercado laboral empieza a sentir los efectos de la desaceleración económica, según revelan los datos de la encuesta de población activa (EPA) del cuarto trimestre de 2007, que el autor analiza con detalle. El aumento del paro, que eleva la tasa al 8,6%, y la caída de la temporalidad, la quinta consecutiva, son los aspectos más destacables

Con los datos de la encuesta de población activa (EPA) correspondientes al cuarto trimestre de 2007, el empleo disminuyó, en relación con el tercer trimestre, en 33.700 personas y, como la población activa aumentó en 102.000 personas, el paro creció en 135.700. Un descenso del empleo no se producía desde el primer trimestre de 2002 y un aumento del paro tan elevado tampoco se producía desde ese mismo trimestre.

Ahora bien, la disminución del empleo del cuarto trimestre de 2007 es totalmente de carácter estacional, ya que si se desestacionaliza la serie el empleo crece en términos intertrimestrales en 50.400 personas. Por otra parte, el aumento intertrimestral del paro en el cuarto trimestre del pasado año se amortigua notablemente si se utilizan datos desestacionalizados hasta situarse en 80.300 personas.

Como consecuencia del aumento del paro, la tasa de paro (en porcentaje de la población activa) se elevó en seis décimas, desde el 8% en el tercer trimestre al 8,6% en el cuarto, que es el aumento más elevado desde el segundo trimestre de 2002, pero que se reduce hasta tres décimas si se utilizan los datos desestacionalizados.

Considerando los datos del cuarto trimestre del empleo que, como ya se ha señalado, disminuyó en 33.700 personas, en relación con el trimestre precedente, la evolución es muy diferente en los distintos colectivos. Así, por sexo, el descenso del empleo se concentra en los varones, al disminuir en 92.500 personas, mientras que aumenta en las mujeres en casi 60.000 (58.800). De igual manera, por edades, se produce una concentración del descenso del empleo entre los más jóvenes, menores de 30 años, en gran medida relacionado con el comienzo del curso y la retirada de la actividad de muchos estudiantes; en cambio aumenta el empleo de las personas de 30 y más años.

Por sectores, el descenso intertrimestral del empleo corresponde a la construcción y los servicios, aumentando, por el contrario, en la agricultura y la industria. Por su parte, por situaciones profesionales el descenso del empleo se explica totalmente por el retroceso en casi 40.000 de la ocupación de los trabajadores por cuenta propia, ya que la de los trabajadores por cuenta ajena o asalariados creció en el trimestre en 6.800.

Dentro del conjunto de los asalariados, en el cuarto trimestre de 2007 la evolución ha sido muy diferente según la duración del contrato. En efecto, el crecimiento del empleo de los asalariados con contrato indefinido (177.000) más que compensa el descenso del empleo de los asalariados con contrato temporal (-170.200). Esta distinta evolución del empleo asalariado a favor de los contratados indefinidamente ha provocado una importante disminución de la tasa de temporalidad (porcentaje de asalariados con contrato temporal) de un punto porcentual, hasta situarse en el cuarto trimestre del pasado año en el 30,9%, la tasa más baja desde el cuarto trimestre de 1990.

El descenso de la tasa de temporalidad es el quinto que se produce consecutivamente desde el cuarto trimestre de 2006, rompiendo así la tendencia creciente que venía produciéndose desde mediados de 2003. En conjunto, el descenso de la tasa de temporalidad, que se produce desde el cuarto trimestre de 2006, asciende a 3,7 puntos porcentuales y se explica directamente por la reforma laboral suscrita el 9 de mayo de 2006 entre el Gobierno y los interlocutores sociales.

En la evolución más reciente de la tasa de temporalidad es destacable la persistencia del descenso, una vez finalizado el 1 de enero de 2007 el programa extraordinario de incentivos a la conversión de contratos temporales en indefinidos, establecido para el segundo semestre de 2006 en dicha reforma laboral. Ello significa que el resto de las medidas incluidas en esta reforma (limitación del encadenamiento de contratos temporales, potenciación de los incentivos a la contratación indefinida inicial y reducción del tipo de cotización por desempleo de los contratos indefinidos, entre otras) están teniendo resultados muy favorables.

Si, en vez de utilizar los datos trimestrales de la EPA del cuarto trimestre se consideran los datos medios anuales, en 2007 el empleo, que ascendió a 20.356.000 personas, la cifra más alta de la historia, creció en más de 600.000 personas (608.300), el 3,1% en términos relativos, mientras que el paro, que se sitúa en 1.833.900 personas, disminuyó en 3.200 personas. Estos datos comparados con cuatro años antes, los de 2003, suponen un crecimiento superior a tres millones de empleos (3.060.000) y un descenso de más de 400.000 parados (408.300).

En términos de tasas, las de actividad y ocupación (en proporción a la población de 16 y más años) son en 2007 las más altas de la historia, 58,9% y 54%, respectivamente, y la tasa de paro, 8,3%, dos décimas menos que la de 2006 y 3,2 puntos menos que la de 2003, es la más baja de la serie histórica desde 1979.

José Ignacio Pérez Infante. Profesor asociado de Mercado de Trabajo en España en la Universidad Carlos III

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