JPMorgan desaconseja tanto invertir ahora en Bolsa como salir del parqué
Invertir en bolsa es desaconsejable en el actual escenario económico mundial, que se ha deteriorado significativamente en los últimos dos meses a raíz de la crisis de las hipotecas basura y lastrará los beneficios de las empresas, según se desprende de un informe de la banca JPMorgan, que tampoco cree oportuno, no obstante, salir del parqué.
El empeoramiento del cuadro macroeconómico "ha tenido y tendrá su efecto sobre los beneficios empresariales, lo que en principio desaconseja la inversión en renta variable", sostiene el estudio, que aventura que 2008 será "un año difícil" para el inversor.
No obstante, la firma se muestra contraria a abandonar ahora las inversiones en el parqué ante la actitud para reactivar el consumo mostrada recientemente por la Reserva Federal estadounidense (Fed), que ha bajado los tipos de interés hasta el 3,5%.
Alta volatilidad
A su parecer, la mayor volatilidad de los datos macroeconómicos se traducirá en más volatilidad de las rentabilidades y, por tanto, "en un periodo más complicado para el inversor", por lo que recomienda adecuar las inversiones en renta variable a la tolerancia al riesgo.
"Las perspectivas en el medio y largo plazo siguen siendo positivas, pero el corto plazo es incierto", argumenta JP Morgan, tras indicar que 2007 ha terminado "dejando un claro poso de incertidumbre que genera un elevado nivel de intranquilidad en los inversores".
Desconfianza generalizada
La firma explica que, aunque la mayoría de las bolsas han logrado cerrar el año en positivo, la inseguridad generada por las titulizaciones hipotecarias de alto riesgo en Estados Unidos ha provocado "una desconfianza generalizada en todos los activos".
La incertidumbre originada ante el temor a la solvencia de determinadas emisiones ha obligado a las entidades financieras a extremar sus precauciones a la hora de prestar dinero, lo que acrecienta la desconfianza y afecta a todo el funcionamiento del sistema financiero.
Además, los datos de los últimos meses alimentan los temores a que Estados Unidos entre en recesión o atraviese un enfriamiento económico severo y las medidas adoptadas por el organismo que preside Ben Bernanke "no han sido suficientes" para que los inversores recuperen la confianza en la economía ni americana ni mundial.
El encarecimiento de la energía y de los alimentos también reducirá la renta disponible y así, el consumo, mientras que una menor demanda de materias primas impactará en la economía de los mercados emergentes, que ya dan "muestras de agotamiento".