El sector de bienes de equipo prevé crecer la mitad en 2008 debido a la desaceleración
La desaceleración económica internacional también va a pasarle factura a la industria de bienes de equipo. El sector espera crecer un 3% este año, frente al avance del 5,5% que experimentó en 2007, aunque no habrá pérdida 'apreciable' de empleo, según los datos adelantados ayer por la patronal Sercobe.
La asociación considera que se parte de una situación general 'buena', lo que proporcionará al sector una 'inercia positiva' para afrontar el año y entrar un 2009 más favorable. 'La contratación ha crecido en 2007 por debajo de la facturación, lo que anuncia un menor crecimiento para 2008, pero de momento sigue habiendo carga de trabajo', explicó el director general de Sercobe, José Luis Castañeda.
El sector cerró 2007 con una facturación de 46.530 millones de euros, un 5,5% superior a la de 2007, y una contratación por valor de 48.273 millones, un 1,3% más. Por tercer año consecutivo, las cifras de empleo se incrementaron (hasta un 2,2%), lo que sitúa en 189.000 el número de personas empleadas en la industria. Los crecimientos son menores que los registrados en 2006, un ejercicio calificado de 'excepcional'.
El presidente de la patronal, Antonio Garcíapons, subrayó que el sector 'está funcionando a buen ritmo' y ha sabido aprovechar la fortaleza de la demanda interna. En este punto, apuntó como principales motores de la demanda al sector ferroviario, por todas las nuevas infraestructuras vinculadas con las líneas de alta velocidad, y al relacionado con las desaladoras.
La industria también se ha beneficiado del tirón de la demanda en el exterior, con un incremento de las exportaciones del 4,7%, hasta los 26.500 millones de euros, lo que ya supone el 57% de la facturación global. Los principales clientes siguen siendo países de la UE, que absorben el 58% de las ventas, seguidos de EE UU y Canadá, con un 8,3% de las exportaciones. Entre los países con unos crecimientos mayores y potencial de futuro, los responsables de Sercobe citaron a Rusia, China, India y México. Por contra, denunciaron las dificultades que están encontrando para que Venezuela apruebe determinados contratos y para que España ofrezca financiación oficial para proyectos ya cerrados en Irán.