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Aeronaútica

EADS se vuelca en el avión militar A-400M para evitar nuevos retrasos

El consorcio EADS se está volcando en el avión de transporte militar A-400M para evitar nuevos retrasos y garantizar que el primer vuelo se haga en verano. Gallois ha reconocido que el programa pasa por 'un momento crítico'.

El consorcio aeroespacial europeo EADS no puede permitirse nuevos problemas similares a los que sufrió el superjumbo A-380 en el desarrollo de sus aviones. Por eso se está volcando en el A-400M, su apuesta en el terreno del transporte militar, para evitar que el programa sufra nuevos retrasos tras la revisión del calendario de entregas llevada a cabo en octubre del año pasado.

Entonces, EADS anunció una demora de, al menos, seis meses en el proyecto. Un retraso que puede ampliarse seis meses más si el grupo no es capaz de solventar a tiempo los principales escollos con los que se está encontrando en el desarrollo del avión: el motor y el software y sistemas militares. Además, hay que tener en cuenta cualquier problema potencial que pudiera surgir durante los ensayos en vuelo.

'Es un momento crítico', reconoció hace dos semanas el presidente de EADS, Louis Gallois, en la presentación de inicios de año que celebró el grupo en Donauwörth (Alemania). Los responsables del grupo son conscientes de que tienen que 'estabilizar' el programa si quieren cumplir el nuevo calendario, sobre todo en lo tocante al tema del motor. Por eso, el nuevo responsable de la división de aviones de transporte militar, el español Carlos Suárez, y su equipo siguen de cerca los trabajos de Europrop International (EPI), el consorcio encargado de fabricar los motores.

Los integrantes de EPI (la española ITP, la francesa Snecma, la británica Rolls Royce y la alemana MTU) han asumido nuevas fechas de entrega para garantizar que los ensayos en vuelo puedan hacerse a tiempo.

Este es el punto clave para que no se produzcan nuevas demoras. De momento, el motor apenas acumula el 50% de las horas de prueba que tiene que completar en tierra. Además de estos ensayos, los propulsores comenzarán a probarse esta primavera montados en un Hércules C-130 modificado, en las instalaciones que la empresa Marshall Aerospace tiene en Cambridge.

Los socios de EPI han tenido que superar determinados problemas de tipo mecánico en algunos componentes de un motor que es totalmente nuevo en su diseño y que, además, han tenido que modificar sobre la marcha para adaptarlo a nuevas exigencias de los clientes del avión. En principio, el primer turbopropulsor podría llegar en un mes a la fábrica sevillana de San Pablo, para su montaje en el A-400M de pruebas número 1, que debe hacer su primer vuelo este verano para cumplir el calendario.

Mientras se solventan los problemas del motor, EADS tendrá que terminar de ajustar los sistemas y el software del aparato, así como algunas complicaciones con el cableado, todo ello derivado de la complejidad y especificidades propias de un avión de tipo militar.

Apuesta por un mercado en auge

La fabricación del A-400M por parte de EADS es una apuesta por un mercado, el de los aviones de transporte militar, que vive un momento dulce. Los despliegues militares en Irak y Afganistán y recientes catástrofes como las del tsunami de Asia o el huracán Katrina están llevando a los ejércitos a ampliar las flotas de este tipo de aparatos.En un informe publicado el año pasado, Goldman Sachs consideraba que EADS puede hacerse con un tercio de este mercado en los próximos 20 años. De momento, el A-400M cuenta con 192 pedidos procedentes de nueve países: los siete impulsores del proyecto, entre los que se incluye España (con 27 encargos), más Sudáfrica y Malasia. El grupo espera poder exportar 200 unidades en dos décadas.

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