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Tribuna
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Una medida de corto plazo

La Reserva Federal ha bajado los tipos de interés y de descuento de los fondos federales en 75 puntos básicos. El tipo de referencia de la Fed pasa así del 4,25% al 3,5%. Se trata del primer movimiento de 75 puntos básicos en los tipos de interés estadounidenses desde el año 1994 (cuando subieron en la misma cuantía) y del primer recorte de esta magnitud en más de dos décadas. Si tenemos en cuenta que la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) estaba prevista para la próxima semana -por lo que la decisión de realizar el recorte en el periodo entre dos reuniones tan sólo lo adelanta ocho días-, percibimos cierto sabor a pánico.

El comunicado del FOMC no contribuye mucho a rebatir esta opinión. Hace referencia a un 'debilitamiento de las perspectivas económicas y un riesgo creciente de disminución del crecimiento' y menciona específicamente la recesión en el mercado de la vivienda y el debilitamiento del mercado laboral. Ahora bien, en los últimos días no ha habido nuevos datos sobre estos factores y si fueran el motivo de la bajada de tipos, ésta se habría producido antes, o habría podido esperar hasta la próxima semana.

Es evidente que el motivo de la bajada del tipo de interés era el peligro real de que los precios de la renta variable estadounidense se hubieran desplomado durante la apertura del mercado (que el lunes, cuando se hundieron los mercados del resto del mundo, estuvo cerrado por la celebración del Día de Martin Luther King). Esto podría haber desencadenado el miércoles otra oleada de ventas en Asia y los mercados habrían tenido dificultades para encontrar un suelo a corto plazo.

Sin embargo, no está claro que el efecto de esta medida sobre los mercados vaya más allá del corto plazo. Los inversores se preguntarán si es una buena noticia, pues demuestra que la Reserva Federal está preparada para actuar de forma agresiva, o si es una mala noticia, pues indica que está muy preocupada por la economía. El próximo dato económico negativo, comunicado decepcionante de una entidad financiera o revisión a la baja de un asegurador de bonos, podría llevarles a opinar que la bajada de tipos no contribuye mucho a cambiar las perspectivas.

Y ello porque existen motivos reales para dudar de la efectividad de los recortes de tipos de interés en el ciclo actual. Los tipos de interés más bajos funcionan mejor cuando en la economía existe un grupo que desea aumentar su endeudamiento. En 2001 y 2002, los recortes de tipos fueron eficaces porque los hogares estuvieron dispuestos a responder con un mayor endeudamiento para invertir en viviendas. En el entorno actual, no es tan fácil identificar un grupo de prestatarios dispuestos. Además, aunque existieran prestatarios potenciales, no está tan claro que las entidades financieras deseen incrementar sus préstamos.

Será interesante comprobar si la Reserva Federal toma medidas adicionales en su reunión de la próxima semana. En este momento, parece poco probable. Desde luego, no parece que los datos económicos vayan a justificar un movimiento adicional tan pronto. Ahora bien, es posible que otra oleada de ventas en el mercado de renta variable pueda propiciar nuevas medidas.

También será interesante observar cómo reaccionan otros bancos centrales. Unos 45 minutos después de la intervención de la Fed, el Banco de Canadá recortó su tipo de interés de referencia desde el 4,25% hasta el 4%, pero lo hizo después de una reunión programada y era una medida ampliamente esperada.

Lo que el BCE haga ahora podría ser crucial. En público, se ha inclinado por una subida de los tipos de interés para contrarrestar las presiones inflacionistas. Si recorta los tipos de interés a corto plazo, estaríamos ante un importante cambio de rumbo y los mercados podrían pensar que la relajación coordinada de la política monetaria reduce sensiblemente el riesgo de recesión.

En conjunto, la intervención de la Fed del martes debe ser bien recibida, pese al riesgo de que se la considere una reacción de pánico ante la caída del mercado de renta variable. Contribuirá, un poco, a reducir la posibilidad de recesión, especialmente si marca el inicio de una acción concertada de los bancos centrales. Recuérdese, sin embargo, que los tipos de interés actúan con un desfase de hasta un año y existe el riesgo de que ya sea demasiado tarde y la recesión sea inevitable.

Tony Dolphin Director de Análisis Económico y Asignación de Activos de Henderson Global Investors

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