Cuidado con el gato muerto
Estamos en un momento muy difícil de mercado. La bajada está haciendo mucho daño a inversores pequeños, grandes, fondos... Incluso los fondos de valor están sufriendo muchísimo, porque la bajada no respeta a nadie. El mercado tiene una dinámica que siempre funciona igual. Ante cualquier caída, nuestra mente tiende a hacernos ver que se ha bajado mucho, y que tiene que rebotar seguro. Y es cierto que las Bolsas nunca se mueven en línea recta, y los bandazos arriba y abajo son lo normal. Pero es muy peligroso jugar a eso.
Una Bolsa puede hacer cualquier cosa cuando se desatan los nervios, y la carrera de un trader que no mantenga la cabeza fría puede terminar en un sólo mal día. En uno sólo. Jamás se metan contratendencia en días de crac como el de ayer, porque esto es un crac. No lo digo por decir, cuando comencé a escribir el Ibex estaba varios cientos de puntos por encima que al cierre.
Tarde o temprano llegará un rebote, que será gigantesco, pero que puede ser el rebote del gato muerto. Un gato muerto se tira contra el suelo desde muy arriba y rebota. Eso es lo que se dice en EE UU. Ni rebotes ni gaitas, después de algo tan brutal como lo de ayer, el daño que ha hecho es tan grande, que hay que asegurarse muy bien de las cosas.
Donde más inversores quedan atrapados es en el rebote
No hay una causa concreta para el desplome de ayer. Empezó a caer de madrugada en Asia bajo la excusa de que el plan de Bush era insuficiente, pero eso es una excusa. Primero el plan no es tan malo, y segundo que tampoco era de esperar mucho más. El verdadero cáncer venía de antes, recuerden cómo la semana pasada a cada rebote el iTraxx seguía fuera de control. Esto nos mostraba que las manos fuertes seguían como un cáncer en su cabeza llena de miedo, y al final ese miedo ha reventado. No hay que buscarle más causas. Ya se sabe desde hace tiempo, la posible recesión en EE UU combinada con la crisis de crédito.
Posiblemente la Reserva Federal de Estados Unidos se haya reunido de urgencia, aunque fuese fiesta. No se les habrá escapado, dado el rol de bomberos del mercado, que o hacen algo en las próximas 24 horas o el mercado romperá soportes tan dañinos que esperar a la próxima reunión puede no servir de nada.
Pero ese no es el gran peligro. El gran peligro será el rebote, que llegará tarde o temprano y será de proporciones enormes. Nunca se sabe su significado final; pero, por experiencia, la mayor parte de las veces donde más inversores quedan atrapados es en este rebote. Hay que asegurarse muy bien antes de entrar, no va a ser cosa de corto plazo.
José Luis Cárpatos Analista de Bolsa en www.serenitymarkets.com