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Energía

La UE asignará a España un objetivo de renovables cercano al 20% hasta 2020

La CE tiene previsto asignar el próximo 23 de enero los objetivos de renovables que deberá cumplir cada socio comunitario antes de 2020. Para España, la cifra se situará en torno al 20%, más del doble de su producción actual.

Las alharacas de marzo de 2007, cuando los líderes comunitarios fijaron un objetivo del 20% de producción de electricidad a partir de fuentes renovables, se han convertido en una trifulca mayor sobre el reparto de esa ingente tarea.

Las presiones sobre el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, incluso provocaron un retraso en la asignación de la cuota por países, prevista para diciembre del año pasado. El organismo comunitario, aunque reconoce que continúa la batalla interna, asegura que podrá aprobar el reparto definitivo el próximo 23 de enero.

Los comisarios europeos, sin embargo, mantienen una seria refriega sobre el Anexo I de la directiva. Un cuadro de sólo dos columnas que marcará durante más de una década el panorama de producción energética en Europa.

En la primera columna aparece la cuota de renovables de los 27 países en 2005, año que el proyecto legislativo toma como referencia. Y en la segunda, el objetivo que deberán conseguir en 2020 para que la UE en su conjunto logre una media de producción de renovables del 20% del consumo.

Esos casilleros siguen vacíos en el borrador de la directiva. Pero según las fuentes consultadas por CincoDías el epígrafe de España se completará con una cifra próxima al 20%, casi 11 puntos más que en 2005. El dato parece asumible para las autoridades españolas, pero otros países se han puesto en pie de guerra ante su asignación.

'Todos están minusvalorando su potencial de producción, para que la carga asignada sea menor', señalan fuentes que siguen la tramitación del expediente. En algunos países, como Bélgica, el primer ministro ha llegado a escribir a Barroso, según la prensa local, para que le rebaje su cuota. Y en el Reino Unido se llega a cuestionar la necesidad de fijar objetivos de renovables cuando ya existen de reducción de emisiones.

La directiva, sin embargo, ya se encuentra en los gabinetes de los 27 comisarios europeos, para que cada uno pueda presentar sus objeciones o matices. Y parece decidido que el principal criterio de reparto será el producto interior bruto de cada país, una norma que coloca a Alemania, Italia o España como los candidatos a recibir una asignación mayor.

También se acepta la creación de un mercado de certificados de origen de la electricidad, lo que permitirá a los países con menos potencial para producción de renovables comprar los títulos que necesiten para cumplir su objetivo nacional.

Países de poca extensión, como Luxemburgo (cuya cuota de renovables en 2005, año que se tomará como referencia en la directiva europea, era del 0,9% o Malta, con el 0% en el mismo año) parecen clientes inevitables de ese mercado.

Otros puntos, en cambio, provocan polémica. Alemania, en concreto, quiere garantizar que la directiva no pone en peligro los mecanismos nacionales de subvención a las energías renovables.

El mismo 23 de enero, además, la CE quiere fijar los objetivos de reducción de emisiones para el período post-Kioto (a partir de 2012) y reformar el mercado de derechos de contaminación.

La energía nuclear no cuenta, pero reduce la carga

Eólica, solar, geotermal, hidroeléctrica o biomasa son algunas de las fuentes de energía que reconoce como renovables el proyecto de directiva que espera aprobar la Comisión Europea el próximo 23 de enero. En el listado no aparece la energía nuclear.Pero eso no quiere decir que el átomo esté ausente de los debates en marcha. París y Londres quieren, y parecen a punto de conseguirlo, que la producción nuclear se tenga en cuenta a la hora de asignar la carga de renovables a cada Estado. Las fuentes consultadas señalan que el acuerdo del Consejo Europeo de marzo de 2007 permiten utilizar esa corrección. 'A la hora del reparto', dicen esas fuentes, 'puede hacerse una adaptación para tener en cuenta la producción de eléctrica de cada país que no emite CO2'. Francia, cuya producción nuclear supera el 80% del total, sería la más beneficiada. Pero el criterio atómico resulta casi imprescindible para el Reino Unido (9% de producción nuclear) porque su tasa de renovables se encuentra en niveles ínfimos.

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