La belleza renacentista de Jaén, æscaron;beda y Baeza
Arquitectura, arte y naturaleza se conjugan en la zona.
La huella renacentista se percibe con claridad tanto en Jaén capital como en æscaron;beda y Baeza. Entre el siglo XV y gran parte del XVII, la provincia andaluza vivió un momento de gran esplendor, sobre todo durante el reinado de Carlos V. Floreció la cultura y también la economía, gracias principalmente a los sectores minero y agrícola.
Jaén está en la vega del río Guadalbullón, en el borde de la sierra de Jabalcuz. Su casco antiguo está adosado al cerro de Santa Catalina, donde brilla el castillo homónimo. No obstante, su principal monumento es la catedral, con una monumental portada barroca. También destacan las iglesias de San Ildefonso y de la Magdalena, con su peculiar torre. Fuera del ámbito eclesiástico, sobresale el palacio de Villardompardo, que alberga antiguos baños árabes. Baeza está a menos de 50 kilómetros de la capital, en plena vega del Guadalquivir. En la plaza del Pópulo se puede admirar la Fuente de los Leones, traída desde Italia. En una plaza porticada cercana está el Balcón del Concejo, un edificio barroco del siglo XVIII.
Asimismo, la antigua universidad, hoy universidad de verano, da una idea de la importancia que tuvo la ciudad. Otro edificio destacable es el seminario de San Felipe Neri, con su fachada de sillería. La otra gran ciudad monumental de la provincia es æscaron;beda, a sólo nueve kilómetros de Baeza. La plaza Vázquez de Molina es uno de los mejores ejemplos del arte renacentista español, con varios puntos de interés. Es el caso de la Sacra Capilla del Salvador. También hay imponentes palacios, como el de Las Cadenas o Juan Vázquez de Molina, que hoy alberga el ayuntamiento. Otros edificios significativos son la Cárcel del Obispo, el antiguo Pósito y la Casa del Corregidor.
Si después de visitar estas ciudades apetece un poco de naturaleza, el lugar perfecto es el nacimiento del río Guadalquivir, entre las sierras del Pozo y de Cazorla. Esta joya natural provoca un gran salto de agua y está en el corazón del Parque Natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas.