Solbes rechaza tomar medidas urgentes contra la inflacción
El Gobierno no caerá en la tentación de adoptar medidas de choque contra la inflación al calor de intereses electorales. Así lo evidenció ayer en el Congreso el vicepresidente económico, donde negó la existencia de una crisis que exija al Gobierno legislar en caliente. Pedro Solbes estimó en el 3,5% el crecimiento del cuarto trimestre de 2007, tres décimas menos que en el anterior, y se mostró 'muy tranquilo' por la fortaleza de la economía española para afrontar la desaceleración en ciernes.
Al portavoz económico del Grupo Popular, Vicente Martínez Pujalte, le parece que 'el hecho de que el pan haya subido más que el metro cuadrado de vivienda construida' ofrece una imagen real de lo mal que lo están pasando las familias españolas para sortear la crisis. Solbes le respondió irónico que sólo el 24% de las familias españolas están hipotecadas y que de ese porcentaje menos del 10% tienen que apretarse realmente el cinturón para afrontar el pago de su vivienda. 'No hay crisis y si la hay, ya la gestionaremos', resumió Solbes para responder a un discurso del PP que, por encima de todo, aspira a convertir en los próximos meses al vicepresidente en 'un problema para la economía por la falta de audacia y la falta de deseos de ejercer el cargo de verdad'. 'Si en este país hay alguien que haya tomado decisiones económicas arriesgadas, ese soy yo', le respondió al PP.
Solbes no considera siquiera que existan motivos suficientes para adoptar medidas de choque contra la inflación, entre otras razones porque espera que a partir de la primavera los precios del petróleo y de los alimentos disminuyan. Frente a la opinión del resto de los grupos parlamentarios, que sí ven necesarias medidas urgentes para paliar los efectos del alza de los precios, el vicepresidente económico defendió ayer que rebajar las retenciones conduciría a alimentar la espiral inflacionista y que reducir la fiscalidad para abaratar la tarifa eléctrica no trasladaría los costes reales de la energía y carecería de sentido en un mercado todavía sin liberalizar. El vicepresidente se ve más en el papel de 'reformador gradual de los mercados' que como 'un martillo de los precios'. Su catalejo le hace ver que 2008 terminará con una inflación por debajo del 3%, previsión que le refuerza en su tesis de que es más eficaz reducir de forma duradera la inflación tendencial que intentar enmascarar repuntes ocasionales de los precios.
Tranquilidad frente a la desaceleración
El sosiego con el que Solbes reconoce que observa los síntomas de desaceleración económica descansa, explicó ayer en tres circunstancias: la buena situación de las cuentas públicas, los tres millones de nuevos empleos creados en la legislatura, que hacen que el crecimiento potencial de la economía española esté cercano al 3,5% y que por muy grave que fuera la desaceleración el PIB nunca crecería a tasas inferiores al 2% y, por último, la fortaleza del sistema financiero.
Solbes también le trasladó al PP que tampoco cederá a la tentación de participar en una subasta fiscal a escasas nueve semanas de las elecciones generales. La presión fiscal en España, situada en el 36,5%, es, en su opinión, la que le corresponde, pues solamente la tienen más baja países como Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Grecia, Letonia, Lituania, Portugal, Chequia y Rumanía. ¿A cuál de estos países copiamos', le preguntó irónico al PP.
La oposición exige luchar contra el alza del IPC
Ningún grupo del Congreso quiso ser ayer compañero de viaje del PP en el discurso del catastrofismo, pero todos emplazaron al Gobierno a tomar medidas urgentes para intentar frenar la inflación o, al menos, paliar a corto plazo sus efectos sobre el bolsillo de los ciudadanos. Las recetas del PP, al que Solbes recordó la ineficacia de la mayoría de los planes de choque contra la inflación que ensayaron sus gobiernos, aconsejan reducir impuestos, rebajar el gasto público, reforzar las políticas de competencia y liberalizar el sector energético. A juicio del diputado Vicente Martínez Pujalte, el Gobierno ha suspendido todas estas asignaturas en esta legislatura, dejándose llevar por la pasividad y la inacción en política económica.El portavoz de Convergencia i Unió, Josep Sánchez Llibre, pidió a Solbes que reduzca cinco puntos las retenciones a todos los trabajadores para reactivar la economía y mantener su poder adquisitivo. También sugirió al vicepresidente económico que rebaje del 16 al 7% el IVA con el que se grava la factura eléctrica. El PNV, a través de Pedro Azpiazu, exigió al Gobierno que reaccione pronto contra el alza de los precios y, en todo caso, no esconda la realidad de una coyuntura que en algunos indicadores presenta signos preocupantes. Frente al discurso 'de color rosa de Zapatero y Solbes', señaló el diputado nacionalista, 'pedimos un mínimo de autocrítica. Y frente al discurso del PP, no es bueno generar expectativas catastrofistas'.IU le demandó a Solbes medidas para mejorar la cualificación profesional de los trabajadores que quedan en paro, más inversión pública y el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios.
Las frases
Desaceleración: 'No hay crisis y, si la hay, ya la gestionaremos cuando ganemos las elecciones'.Inflación: 'Me veo como reformador gradual de los mercados y no como un martillo de los precios'.PIB: 'Nuestro crecimiento potencial, después de haber creado tres millones de empleos, se sitúa cerca del 3,5% más que del 3%'.Valentía: 'Si en este país hay alguien que haya tomado decisiones económicas arriesgadas, ese soy yo'.