Telefónica choca con los sindicatos en la ampliación del último tramo del ERE
La ampliación del ERE de Telefónica por cuatro meses adicionales ha dado más problemas de los previstos a la operadora. No se han conseguido las 1.700 adhesiones que faltaban y una carta remitida a empleados desató las críticas de CC OO, que acusó a Telefónica de presionar a la plantilla.
El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Telefónica se ha desarrollado con más paz laboral de la que amenazaban sus dimensiones, con un objetivo de 15.000 bajas repartidas en cinco años, la mayor reducción colectiva de puestos de trabajo de la historia empresarial española.
Pero los problemas han llegado justo al final. Según lo pactado en 2003 entre Telefónica y los sindicatos mayoritarios de la compañía -Comisiones Obreras y UGT, entre otros-, el ERE debía terminar el 31 de marzo de 2007. Y así fue. Ese día se cerró el plazo para las últimas adhesiones, que luego irían dejando la compañía a lo largo del ejercicio.
En Telefónica echaron cuentas y el resultado fue decepcionante. El último tramo del expediente había fracasado y en total sólo se habían cubierto 13.300 bajas, de las 15.000 previstas.
Así quedó la situación hasta la vuelta del verano, cuando Telefónica decidió ampliar el ERE para dar una oportunidad extra a los trabajadores de cubrir los 1.700 retiros estaban vacantes.
La propuesta se presentó a los sindicatos mayoritarios en septiembre, que aceptaron prolongar el ERE hasta el 31 de diciembre. Ahí empezaron los conflictos.
Según fuentes sindicales, los potenciales solicitantes de una plaza en el ERE comenzaron a recibir cartas con algo más que información sobre la apertura de un nuevo plazo. Más bien, fueron interpretadas como una forma de presión, hasta el punto de que CC OO remitió una carta oficial a los directores de Recursos Humanos de Telefónica España y de la corporación.
'En las cartas que se están enviando a los potenciales solicitantes ... se incluyen párrafos amenazantes sobre la situación del puesto de trabajo, reestructuraciones de unidades, cambios de funciones y futuro y, 'en este contexto', se les 'informa' de la posibilidad de acogerse a la prejubilación', dice la misiva sindical, a la que ha tenido acceso este diario.
CC OO denunció que estos hechos suponían 'un incumplimiento claro' de los acuerdos de la comisión instaurada para seguir la marcha del ERE y exigió a Telefónica que diera marcha atrás y se retractara. En caso contrario, el sindicato anticipaba su salida del acuerdo.
Y es que tanto CC OO como UGT dieron su visto bueno en 2003 al recorte de plantilla cuando, tras meses de presiones sindicales, lograron unos términos económicos satisfactorios para las prejubilaciones. Pero para ellos siempre fue imprescindible respetar una condición: la voluntariedad y la ausencia de presiones individuales. Ha habido denuncias puntuales durante los cinco años de vigencia del ERE, pero ha sido en el tiempo de descuento, con el reloj inicial ya parado y cuando las cifras no conseguían los objetivos, cuando la situación ha tomado un peor cariz.
Telefónica consideró que su actuación había sido malinterpretada, pero para evitar conflictos prometió que las garantías del ERE se mantenían intactas y tranquilizó a los empleados que había recibido las misivas, según el sindicato.
Ya con la paz sindical encima de la mesa, el periodo de gracia del ERE ha concluido; se espera que esta vez de forma definitiva. Pero el resultado no ha sido el esperado. Con cartas o sin ellas, los cuatro meses extra sólo han conseguido atraer 600 adhesiones más, el 35% de las posibles. Con las últimas cifras, en cinco años el ERE suma poco más de 13.900 bajas, así que sigue 1.100 prejubilaciones por debajo de que lo buscaba Telefónica.
Condiciones
Edad Aunque ha habido bajas incentivadas, el ERE iba dirigido principalmente a empleados a partir de 52 años.
Salario Telefónica paga el 70% del sueldo hasta los 61 años. A partir de ese momento y hasta los 65 será el 34%, porque se complementa con lo recibido de la Seguridad Social.