Evitar colapsos en la red

Las infraestructuras son imprescindibles para el desarrollo empresarial y, por tanto, para el crecimiento de un país. Si son escasas o ineficientes originan retrasos muy difíciles de recuperar. Una buena dotación de infraestructuras, acompañada de una adecuada gestión, les proporciona a las empresas rampas de lanzamiento y las dota de ventajas competitivas. Por eso, el colapso de una red, sea de telecomunicaciones o viaria, es un enemigo a combatir.

Cuando un colapso se da por los trabajos de ampliación de una infraestructura, o en una situación límite difícilmente repetible, puede ser justificable. Pero no cuando una red pone en evidencia sus limitaciones ante un próximo crecimiento importante del tráfico. Es lo que acaba de ocurrir con la de telefonía móvil, que no ha aguantado el tráfico navideño de mensajes SMS. Una situación preocupante porque los nuevos servicios van a requerir una capacidad hasta mil veces superior. Las empresas ya han advertido de que requieren un 25% más de antenas. Todo indica que la red no está a la altura. Urge examinar las trabas a su desarrollo para eliminar las que sea menester.