La UE suprime desde hoy las fronteras internas de los países de la ampliación al Este
A partir de la pasada medianoche empezaron a suprimirse los puestos fronterizos que controlaban el paso entre los antiguos socios de la UE y nueve de los países que ingresaron en el club en 2004. Desde anoche, los ciudadanos de Polonia, Hungría, República checa, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia y Malta pueden cruzar libremente las fronteras con otros socios comunitarios sin necesidad de enseñar el pasaporte o el documento nacional de identidad en los controles de seguridad.
Los nueve países, gracias en gran parte al empeño de la presidencia portuguesa de la UE, han conseguido integrarse antes de lo previsto en la llamada área Schengen, un espacio sin fronteras internas al que ya pertenecían 15 Estados, entre ellos España.
La incorporación de los nuevos socios debía haber esperado a la modernización de la base de datos informática (SIS) que permite a las autoridades compartir la información sobre personas buscadas o desaparecidas y sobre bienes robados. Pero Portugal, cuyo mandato al frente de la UE expira el próximo 31 de diciembre, logró que se desarrolle un sistema informático provisional (el SISone4ALL) que ha permitido a la UE llevar sus fronteras exteriores hasta Rusia, Bielorrusia y Ucrania.
Más Schengen
Para los países del Este se colma así un anhelo que algunos han llegado a comparar con la caída del telón de acero. Aunque probablemente la historia sitúe cada acontecimiento en su lugar, lo cierto es que ayer se entabló una carrera entre los países del Este por ser los primeros en derribar los puestos fronterizos. El primer acto oficial, con presencia del primer ministro portugués, José Sócrates, y del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, estaba previsto para las 9:15 de la mañana de hoy en la frontera entre Alemania, Polonia y la República checa. Pero a las siete de la tarde de ayer, los ministros de Interior de la República Checa y Eslovaquia procedieron ya a retirar las barreras en una de las fronteras entre los dos países. La primera frontera en caer fue, por tanto, la última en surgir, porque esos dos países se separaron nada más que en 1992. Lo que el nacionalismo separa, Schengen lo une.