Morgan Stanley entra en pérdidas en el último trimestre
Un fondo soberano chino invierte 5.000 millones y se hace con el 9,9% del banco
Morgan Stanley fue ayer el protagonista de una historia que se repite en algunas casas de Wall Street en estos tiempos de crisis. Los resultados del cuarto trimestre del banco de inversión han sido negativos por primera vez desde que salió a cotizar hace 21 años.
Las pérdidas de 3.588 millones de dólares (2.495 millones de euros) llegan después de contabilizar depreciaciones por valor de unos 9.400 millones de dólares (6.554 millones de euros) en el último trimestre del año. De ellos, 7.800 millones de dólares están relacionados con la debacle que las hipotecas subprime han supuesto para la banca.
La segunda parte de la historia también sigue el mismo guión ya visto con Citigroup y UBS. En una prueba más de que la ruta que une Wall Street con el Medio y Lejano Oriente está más transitada que nunca, Morgan Stanley anunció ayer que China Investment Company (CIC), un fondo soberano de este país asiático, ha realizado una inversión de 5.000 millones de dólares. Se hace así con el 9,9% del banco dirigido por John Mack y se convierte en el segundo mayor accionista de la entidad.
A diferencia de Citigroup que pagaba al fondo de Abu Dhabi un 11% por sus convertibles, Morgan Stanley, en una operación muy similar (bonos convertibles que se transformarán en acciones) ha acordado con CIC un tipo de interés anual del 9%. Como es costumbre en estos fondos, el chino no ejercerá derechos políticos y no tendrá el lugar que por su peso le corresponde en el consejo del banco.
CIC es un fondo que ya es conocido en el sector financiero estadounidense porque este mismo año invirtió 3.000 millones de dólares en la compra de un porcentaje de la firma de capital riesgo Blackstone.
En el tercer trimestre, Merrill Lynch y Citigroup registraron cuantiosas pérdidas a causa de la crisis subprime. En lo que se sabe del cuarto, Lehman y Goldman Sachs han evitado los números rojos. Esta última entidad, incluso, de forma más que airosa al anotar unos resultados récord. No obstante los dos han advertido del deterioro de la situación de cara al futuro.
Pese a que el problema es generalizado, Mack no ha querido rebajar su responsabilidad en la gestión de la entidad que cierra el año con unos ingresos un 6% menores que el año anterior (28.000 millones de dólares) y unos beneficios un 60% menores también ( 2.563 millones de dólares). Mack, despidió el mes pasado a la codirectora Zoe Cruz, responsable de renta fija de la compañía.
Ayer, dijo a través de un comunicado que 'la responsabilidad por nuestros resultados recae sobre mi', razón por la que ha pedido al consejo que no le den bonus este año. El año pasado se embolsó 40 millones de dólares, por este concepto, una suma que ninguno de sus predecesores jamás cobró.
Barclays denuncia a Bear Stearns
Bear Stearns se enfrenta a una demanda de Barclays, que ayer denunció que el banco de inversión utilizó unos fondos, que posteriormente quebraron, para descargar de su balance activos de riesgo. El banco de inversión puede sumarse hoy a lista de entidades que cerrará el cuarto trimestre con números rojos. Como en el caso de Morgan Stanley, será la primera vez que lo haga desde que salió a Bolsa, en 1985. Los analistas calculan que llegarán de unos malos resultados en su división de renta fija y las depreciaciones en activos subprime.James Cayne, consejero delegado de Bear Stearns, será uno de los ejecutivos que este año no reciba bonus. Cayne, de 73 años, ha sido muy criticado por sus ausencias de la firma en los peores momentos, entre otras cosas.