Monti propone soterrar la conexión energética con Francia
El coordinador europeo para impulsar el proyecto de interconexión eléctrica entre España y Francia, Mario Monti, entregó ayer su informe al departamento del comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs. El italiano propone soterrar gran parte del trazado para minimizar el impacto medioambiental y evitar el rechazo de la población al proyecto a ambos lados de la frontera.
El esperado informe del ex comisario europeo de Competencia llegó ayer al edificio Berlaymont de Bruselas, sede de la Comisión Europea, según confirmaron fuentes comunitarias a CincoDías. El comisario Piebalgs no pudo recibirlo porque se encuentra en visita oficial en Chipre. Pero el documento, según fuentes familiarizadas con el trabajo del italiano, propone soterrar el polémico tendido de alta tensión entre España y Francia para evitar la oposición de las autoridades locales a uno y otro lado de los Pirineos.
Los dos países tienen previsto respaldar la propuesta en la cumbre bilateral del próximo 10 de enero en París, con presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El soterramiento del tendido de alta tensión encarecerá la infraestructura y requerirá que los operadores de las dos redes, Red Eléctrica Española (REE) y Réseau de Transport d'Electricité (RTE), lo construyan de forma conjunta. Otras alternativas, resultarían más caras o técnicamente inviables, como es el caso, respectivamente, de un tendido submarino o aprovechar la infraestructura del tren de alta velocidad.
La propuesta del soterramiento, sin embargo, también supone un reto político, tecnológico y presupuestario. Políticamente, según los expertos, porque puede desencadenar peticiones en otras zonas de la Península para enterrar el tendido de alta tensión más incómodo. Tecnológico, porque el tunelado necesita ser de unas dimensiones suficientes para permitir el acceso de los servicios de urgencia o reparación en todo el trazado, porque el cableado de alta tensión siempre presenta riesgos de recalentamiento o de incendio. Y presupuestario, porque eleva los costes de construcción. La Unión Europea, de todos modos, está dispuesta a sufragar parte de la obra porque la interconexión transpirenaica forma parte de las infraestructuras necesarias para integrar el mercado energético del continente.
Para España también se trata de una prioridad inexcusable, sobre todo, tras el aumento de las energías renovables en suelo español. El sistema necesita cuanto antes, según los especialistas, las garantías de suministro y estabilidad que ofrece una interconexión de gran capacidad. En estos momentos, la interconexión con Francia es incluso menor que la del Reino Unido, a pesar de que este país es una isla.
Tres meses de contacto
La interconexión con Francia ha sido un objetivo prioritario para España desde hace más de una década. Pero el veto de París al trazado en la zona media de la cordillera pirenaica y la resistencia popular al trazado oriental por la provincia de Gerona han mantenido a España casi aislada del mercado energético europeo. El nombramiento de Mario Monti el pasado mes de septiembre, sin embargo, renovó el interés político por el proyecto. Y en sólo tres meses, el prestigioso ex comisario europeo de Competencia parece haber conseguido 'que las cosas se muevan', según describía él mismo a comienzos de mes.A finales de noviembre, Monti se reunió con Rodríguez Zapatero para sondear al más alto nivel el respaldo político que pueden esperar sus propuestas. Y el 3 de diciembre, planteó los detalles técnicos al ministro español de Industria, Joan Clos, y a su homólogo francés Jean-Louis Borloo.