Tenerife a vista de pájaro
Viaje en helicóptero, una buena opción para conocer la isla canaria
Sin duda, una de las formas más bellas de recorrer Tenerife es desde el aire. Un viaje en helicóptero constituye una gran oportunidad para observar esta isla y sus rincones desde otra perspectiva y de apreciar los contrastes de un espacio muy valorado al que cada año viajan miles de visitantes en busca de buen clima, contacto con la naturaleza y del cálido recibimiento de una gente amable que convierten la escapada en inolvidable.
Un viaje en helicóptero de una hora para siete personas puede rondar los 2.500 euros (www.helicopterosinsulares.com). Y aunque las normas de aviación impiden sobrevolar uno de los mayores atractivos de la isla, el Teide, sí se puede admirar desde algunos kilómetros de distancia. La isla sorprende por su diversidad paisajística, con 43 espacios naturales protegidos. Entre los más notables se encuentran el Parque Nacional del Teide, rodeado por el Parque Natural de la Corona Forestal, y los Parques Rurales de Anaga y Teno.
Además, sobrevolar Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, ciudad universitaria Patrimonio de la Humanidad, o la Orotava, uno de los principales asentamientos de los guanches, actualmente dedicado a la explotación del plátano, no tiene desperdicio.
Las actividades desde el aire son algunas de las más llamativas de la isla, y es que la práctica de parapente es algo bastante común por estas tierras, pues con frecuencia se pueden observar a los parapentistas volando sobre algunos de los hermosos parajes tinerfeños. Para quien prefiera las emociones fuertes y el contacto con la naturaleza, este puede ser un buen lugar para practicar este deporte de riesgo (www.parapentetf.com).
Pero el entretenimiento no se acaba en las alturas, existen otras actividades que hacen de éste un destino para disfrutar de la naturaleza. El submarinismo, entre las actividades marinas, también es una opción interesante (www.buceo.com, tel. 922 86 59 00). Además, las temperaturas cálidas de la zona permiten practicarlo durante todo el año. Y si se prefiere evitar el chapuzón, existen visitas en barco para observar los bancos de ballenas que se pueden encontrar cerca de la costa.
Otra de las opciones y si se desea aprovechar la ocasión para conocer alguna otra isla de Canarias durante la estancia en Tenerife es coger un ferry a La Gomera. Existen distintos horarios para seleccionar el que convenga y se puede regresar el mismo día, ya que la distancia es corta y el tiempo de viaje de unos 40 minutos. El ferry Garajonay Exprés conecta Los Cristianos con los centros turísticos de la isla de la Gomera por poco más de 20 euros.
Se trata de un buen destino para cualquier época del año. Pero cada vez lo es más para quien prefiere celebrar la Navidad y el Año Nuevo en manga corta. Y es que las mínimas, por lo general no bajan de los 16 grados de media en diciembre.
Y si prefiere pasar el invierno entre frío, el verano también es recomendable: las máximas en agosto normalmente se quedan por debajo de los 30 grados de media.
A cuerpo de rey en el complejo Abama
Toda una experiencia. Desde la llegada al Abama en la costa suroeste de Tenerife (en Guía de Isora) el trato en este hotel y resort de gran lujo es inmejorable. El complejo se divide en una ciudadela en la que se encuentran 330 habitaciones y una zona de villas que dispone de 147 estancias. Los buggies que el hotel tiene a disposición de los clientes son la manera más cómoda de recorrer sus 160 hectáreas con vistas al océano Atlántico y la isla de La Gomera.Un campo de golf, ocho piscinas y una playa de arena dorada, aportan al visitante un ambiente de relax y confort que hacen que cueste querer salir del hotel.Uno de los aspectos más impresionantes de este complejo turístico de lujo es la variedad y el cuidado de su vegetación, que contrastan con la zona sur de la isla, más desértica que la parte norte de Tenerife. Más de 70 jardineros cuidan permanentemente las zonas verdes del hotel.La gastronomía es otra de los principales atractivos de la estancia en el Abama. El Patio, dirigido por Martín Berasategui y el Kabuki, por Ricardo Sanz, para los amantes de la comida japonesa, son las estrellas del complejo. Pero son 10 el total de espacios gastronómicos que se pueden visitar en el resort, cada uno de ellos con un encanto especial, como el Beach Club, para disfrutar de una comida ligera en la playa o El Mirador, con vistas impresionantes al océano.