Escaparate bancario para el próximo año
Las entidades financieras insistirán en la guerra de los depósitos en 2008, pero sin ofrecer mucho más que ahora. Y se verán tentadas a elevar el precio de las hipotecas
Las oficinas bancarias españolas han vivido en primera fila la intensidad de los acontecimientos financieros de los últimos meses. En un imparable efecto de bola de nieve, la desconfianza generalizada de los bancos a prestarse dinero entre sí -bajo la sospecha mutua de estar expuestos a activos vinculados a hipotecas estadounidenses de alto riesgo- ha llevado a las entidades a regresar a los cuarteles de invierno y recuperar a gran escala la comercialización de depósitos a plazo, el producto más fiel y eficaz con el que fortalecer los balances desde la modesta oficina, sin acudir a un mercado interbancario cada vez más incomprensible y volátil. Por otro lado, han reforzado la vigilancia en la concesión de hipotecas, cerrando el grifo para aquellos sin posibilidades de acreditar con plenas garantías su capacidad de pago.
El panorama no promete ser muy diferente para los próximos meses. Basta con ver la acción coordinada de esta semana que han abordado los bancos centrales de Estados Unidos, la zona euro, Reino Unido, Canadá y Suiza para asegurar vías de liquidez al sistema bancario. La sequía de financiación persiste y se refleja en un alza imparable del euríbor, que en su variante a tres meses vista ha trepado a niveles de diciembre de 2000, casi en el 5% y un punto porcentual por tanto sobre los tipos de interés de referencia.
En definitiva, y ya en el último eslabón de la cadena, la jerga del mercado de capitales se traduce en una oferta más abundante de depósitos -ante la premura de los bancos por seguir captando recursos a un precio razonable-, aunque la rentabilidad no necesariamente vaya a ser más generosa en los próximos meses. 'La remuneración del ahorro prácticamente ha tocado techo. Las ofertas a clientes no diferirán mucho de las hoy existentes, debido a la evolución de los tipos de interés. Podrán superar puntualmente el 5% TAE pero no irán mucho más allá. Como máximo al 5,5% TAE', explica Alberto Constans, director de banca de particulares de Banco Sabadell.
Banco Pastor ha dado a su red de oficinas la consigna de seguir captando depósitos, según reconoce su director general, Amadeu Font. 'Es imprescindible tener cintura para ir acomodándose a un mercado tan cambiante.
Pero si los tipos se mantienen al nivel actual, los depósitos no irán mucho más allá de las rentabilidades de ahora', añade el ejecutivo de Pastor, que en la actualidad comercializa en sus oficinas un depósito a un año al 5,22% TAE.
La clave estará en el tiempo que tardarán las entidades financieras en recuperar la confianza en sí mismas y en el papel que jugarán los bancos centrales. Es decir, será decisivo conocer los resultados anuales de la banca internacional y las próximas decisiones del Banco Central Europeo en materia de tipos de interés, a la espera de saber si la inflación pesará con más fuerza sobre la crisis de liquidez e incluso propiciará nuevas alzas en el precio del dinero.
'Vamos a afrontar el problema añadido del estrechamiento de los márgenes de negocio. La cuenta de resultados da para lo que da', reconoce Dionisio Domínguez, director de planificación y desarrollo comercial de Caja España. De hecho, la mejora de la remuneración del ahorro no puede ser eterna, menos aún sin subida de tipos y ante el encarecimiento de la financiación en el mercado interbancario, al tiempo que las previsiones para el euríbor a un año -referencia obligada de hipotecas a interés variable- son de moderación en los próximos meses frente a los niveles actuales, del 4,88% al cierre de esta semana.
'Esperamos estabilidad para el euríbor o un ligero descenso respecto al 4,8%. Y es previsible que las hipotecas sean más caras, no sólo por el alza del euríbor', apunta César González, director de productos de financiación de Bankinter.
Las claves. Qué ofrecerá la banca en sus oficinas en 2008
1 Depósitos. Han sido la clara apuesta comercial de la banca a la vuelta del verano y prometen serlo en los primeros meses de 2008, al menos hasta que se conozca con certidumbre el alcance definitivo de las hipotecas subprime estadounidenses. Sin embargo, y pese a la fuerte competencia entre entidades, la mejora de rentabilidades no irá mucho más allá del 5% anual de la actualidad.2 Estructurados. La combinación de una parte de la inversión en un depósito y la otra en un fondo es una fórmula por la que ya apuestan algunas entidades, como es el caso de Bankinter. Permite rentabilidades adicionales a la del depósito a plazo tradicional y es un vehículo protegido con el que aproximarse de nuevo al mercado para aquellos clientes con un poco más de apetito por el riesgo.3 Hipotecas. Los bancos prevén que el euríbor a un año -principal referencia hipotecaria- se estabilice en 2008 en torno al 4,6%, nivel similar al de noviembre, aunque sin descartar repuntes vinculados a nuevas crisis de liquidez. Un leve aumento del tipo inicial o del diferencial y la contratación de seguros de riesgo para una financiación por más del 80% serán tendencias del mercado hipotecario en 2008.4 Créditos al consumo. El fin del boom inmobiliario en España ha activado también la alarma respecto a la morosidad, que en tiempos de incertidumbre económica tiene un riesgo de aparición mucho más alto en los créditos al consumo que en los créditos hipotecarios. Algunas entidades apuntan por tanto al endurecimiento de las condiciones de concesión de los créditos al consumo.5 Tarjetas. Su comercialización va unida directamente al nivel de consumo, una variable ahora en entredicho por la desaceleración de la economía y por los posibles problemas que puedan surgir en el pago de hipotecas. Aun así, son un valor seguro en la oferta de productos bancarios para clientes a salvo de las turbulencias y su venta empieza a incorporarse a otros productos, como las hipotecas.6 Fondos de inversión. Han perdido la partida con claridad frente a los depósitos en las preferencias de los ahorradores y su debilidad continuará en 2008, según revelan las estrategias comerciales de los bancos. Los partícipes de fondos conservadores optan por la rentabilidad fija del ahorro a plazo y sólo los fondos garantizados se mantendrán en el escaparate de las oficinas bancarias.
Hipotecas. Presión para aumentar el diferencial
Como en otras ocasiones, la banca espera moderación para la evolución del euríbor, aunque ha quedado demostrado que su curso es extremadamente sensible a las tensiones de liquidez del mercado interbancario, que no terminan precisamente de remitir.En plena ofensiva por captar depósitos, la banca no puede descuidar el margen financiero con unos diferenciales hipotecarios demasiado generosos, a pesar de que la media mensual del euríbor a un año haya descendido en octubre y noviembre. Algunas entidades reconocen haber elevado ya ligeramente el tipo de inicio de sus hipotecas, resistiéndose aún a tocar el diferencial. No hay que olvidar que con la desaceleración inmobiliaria está cayendo también el número de operaciones hipotecarias y la banca ni mucho menos renuncia a este mercado.El alza del diferencial en las hipotecas será una gran tentación para la banca, que se muestra también más exigente con la capacidad del cliente para hacer frente a los pagos. Se complica la financiación por encima del 80% y las hipotecas se acompañan cada vez más de la contratación de un seguro de riesgo y de otros productos financieros, como las tarjetas.
Fondos de inversión. Garantizados, consuelo a medias
La crisis de los mercados ha sido todo un mazazo para los fondos de inversión, que amenazan con cerrar el año más nefasto de su historia, peor incluso que el año 2000, en pleno pinchazo tecnológico. Y sin que el mercado ni las estrategias comerciales de la banca apunten a una rápida recuperación.Las entidades se muestran tajantes al señalar que los depósitos seguirán ganando por goleada a los fondos en las preferencias de los ahorradores y continuará la migración desde los monetarios y de renta fija hacia las imposiciones a plazo fijo. Los garantizados son los únicos supervivientes en los escaparates, pese a que la extrema volatilidad de ahora encarece sustancialmente su diseño y la rentabilidad que pueden llegar a ofrecer. 'Es más interesante un depósito que un monetario, actualiza antes los tipos que hay en el mercado. Y en renta variable, la volatilidad ha crecido y también juega en contra de los fondos', señala Domingo Peña, director de recursos e intermediación de Bankinter.Además, los fondos ya perdieron sus ventajas fiscales en el corto plazo frente a los depósitos y ambos productos tributan al 18%.
Depósitos. Ofertas más allá del 5% a un año
Se han convertido en el principal apoyo de las entidades bancarias en su búsqueda de financiación y se han beneficiado además de su condición de producto de ahorro conservador para ganarse el favor de los inversores en tiempos de volatilidad. La rentabilidad media de los depósitos a un año ha pasado del 3,22% de diciembre de 2006 al 4,35% de octubre, según el Banco de España, si bien es fácil encontrar en el mercado ofertas que superan en unas décimas el 5% anual a doce meses, como en Pastor y, sólo por Internet, Popular y Caja Duero.Las entidades prevén mantener viva la batalla por la captación de pasivo, aunque con rentabilidades no muy superiores a las actuales. 'Sí será probable ver ofertas mixtas con fondos o planes de pensiones en que los depósitos alcancen TAE por encima del 5%', apuntan en Unicaja. De hecho, los productos estructurados pueden ser una fórmula con la que complementar la cartera de un ahorrador con un perfil una pizca arriesgado.La banca duda entre una ligera rebaja de tipos de interés al inicio del año en la zona euro o su mantenimiento. Y, ante la dura competencia en el mercado, prevén seguir muy de cerca su evolución.