Prueba del nueve para la economía
Las proyecciones de los expertos aún sitúan el crecimiento mundial por encima del 4% en 2008, pero la falta de confianza del sistema financiero pone en peligro las previsiones
En álgebra la prueba del nueve es un cálculo que sirve para comprobar si una multiplicación o división se ha hecho correctamente; su fundamento es que el resto de dividir un número entre nueve es el mismo que el de dividir también entre nueve la suma de sus cifras. La operación fue inventada por el matemático persa Al Jwarizmi en el siglo IX. Ahora, la crisis global de crédito se ha convertido en la prueba del nueve para la economía. El mensaje de todas las autoridades es que el sistema funciona y que los bancos centrales han reaccionado con velocidad, dotando de liquidez a la banca. Pero de momento, las medidas han tenido repercusión cero sobre la tasa de interés interbancaria que es justo donde se buscaba rebajar la presión. También es cierto que es cierre de año y las entidades están cuadrando sus balances. El consenso oficial aún es que la economía logrará crecer más de un 4% en 2008.
'La crisis subprime ha contaminado a todo el sistema financiero', admite Anton Brender, economista jefe de Dexia. 'Pero la solidez del sistema bancario debería hacer que el impacto no fuera dramático', matiza Brender, que prevé un crecimiento del 2,4% en 2008 para EE UU. La Casa Blanca ha anunciado un plan para mantener inalterados durante los próximos cinco años los tipos de interés de las hipotecas en apuros. 'Lo que está detrás de la crisis es que los americanos se han hipotecado más en los últimos años que en los 225 anteriores', explica la gestora Blackrock.
La apoteosis inmobiliaria se ha financiado empaquetando la deuda en bonos y colocándola en el mercado. En los últimos cinco años, los tipos de interés han estado por debajo de los niveles de las tres décadas anteriores. Esto ha hundido la rentabilidad de los bonos tradicionales. La búsqueda de renta fija con un rendimiento atractivo explica el éxito de la deuda hipotecaria.
El problema es que esos activos no eran tan seguros como parecían. Como la morosidad ha empezado a crecer, el soporte de los bonos se ha esfumado y aún se desconoce cuál es el alcance de una crisis que se estima que es de al menos 400.000 millones. Mientras se van conociendo los detalles, la desconfianza el mercado interbancario, donde se prestan dinero los bancos, es total y eso ha secado la liquidez y ha endurecido las condiciones de financiación.
Ahora el mundo confía en China, fuente inagotable de soluciones y también de problemas, para que siga tirando de la economía. La previsión es que el gigante asiático vuelva a crecer en 2008 un 10%. China tira de toda la región, es el gran inversor global en deuda estadounidense y además inunda el mundo de productos baratos; pero también supone una presión constante en los precios de las materias primas y su competencia está aniquilando parte del sector exterior de las economías occidentales. La incertidumbre se cierne sobre el futuro, pero los expertos aún confían en que la economía volverá a tener un final feliz en 2008.
Pendientes de la política monetaria del BCE
El 17% del crecimiento económico de España lo aporta la construcción y la mitad corresponde al segmento residencial. La subida de tipos de interés impulsada por el Banco Central Europeo (BCE) ha disparado el coste de las hipotecas, cuyo importe medio es de 166.700 euros.Mientras algunas casas de análisis pronostican una rebaja agresiva de los tipos de la Fed hasta llegar incluso al 3% en agosto de 2008, los próximos pasos del BCE son inciertos. La política monetaria del banco central está dirigida a mantener la estabilidad de precios -cifrada en una inflación del 2%- a largo plazo. La evolución del IPC en España, con un alza interanual del 4,1% en noviembre es un buen ejemplo de las presiones inflacionarias de las que habla el BCE. Eso sí, para el ciudadano, los descensos de tipos sólo tendrán efecto si también baja el euríbor, cuya prima sobre el precio oficial del dinero es de casi noventa puntos básicos, uno de los niveles más altos conocidos. Mientras eso no cambie, la previsión de crecimiento del PIB del 3% se verá amenazada.