Colonial y Gecina una fusión 'compleja' pero 'beneficiosa'
Representantes de las inmobiliarias Colonial y Gecina reconocieron ayer, a instancias de la CNMV, que mantienen conversaciones para tratar una posible fusión entre ambas. Fuentes consultadas estiman que la operación, a pesar de ser 'muy compleja', disfruta de factores que la aconsejan.
Colonial admitió el viernes a la CNMV la existencia de negociaciones para tratar una posible fusión con Gecina, la segunda mayor inmobiliaria de Francia.
CincoDías publicó el viernes en exclusiva el inicio de conversaciones entre ambas compañías para tratar la operación. 'Colonial manifiesta que no se ha adoptado ninguna decisión o acuerdo en relación con una posible fusión entre Gecina y Colonial', informó la compañía española a la CNMV. La inmobiliaria añadía que no existen todavía 'valoraciones formales en relación con la citada operación sin perjuicio de que se hayan producido conversaciones preliminares entre representantes de ambas compañías'.
'Es una operación muy compleja' comentaron ayer fuentes relacionadas con las compañías implicadas. 'Tiene mucho a favor de ambas empresas, pero también existen factores en contra', añadieron.
Los factores a favor, explican las fuentes consultadas, serían las siguientes: la creación de la segunda mayor inmobiliaria de Europa, con activos valorados en 24.000 millones, tras British Land; la reducción de la deuda del grupo agregada en comparación con la que ahora soporta Colonial en relación con el valor de sus activos (de cerca del 70% que soporta ahora se reduciría al 55% aproximadamente); el presidente de Gecina, Joaquín Rivero, tendría en la operación una salida al contencioso que mantiene con el regulador del mercado galo -la AMF ha suspendido la segregación de Gecina de Metrovacesa por estimar que podría existir concertación entre Rivero y su socio Bautista Soler-. Además la operación supondría un soplo de confianza para Colonial que ha visto como en poco más de un año su deuda ha superado los 8.000 millones en un contexto económico negativo para el sector inmobiliario.
Por otra parte, la operación afronta también factores complejos. Gecina todavía no ha completado su escisión de Metrovacesa -acordada entre Joaquín Rivero y la familia Sanahuja, primer accionista de Metrovacesa-. Colonial tiene que completar la fusión con Riofisa -que adquirió a principios de este año por 2.000 millones- e ir reduciendo su deuda. La operación supondría una compleja renegociación financiera. Y la posición del regulador francés, la AMF, ante la operación es una incógnita dada su respuesta a la operación entre Rivero y Soler en Gecina y a la opa de Sacyr sobre el grupo francés Eiffage.
Los títulos de Colonial no variaron el viernes de valor cerrando a 3,27 euros.
Nozar, segundo accionista tras Portillo con el 16,3%
El grupo Nozar se refuerza en Colonial como segundo mayor accionista, tras el presidente Luis Portillo, como consecuencia de la ruptura de un acuerdo de compraventa de acciones entre Rafael Santamaría, presidente de Reyal Urbis, y José Ramón Carabante, presidente de Grupo 2002 (con menos de un 5% de Colonial). Dicho acuerdo contemplaba la posibilidad de que Carabante comprara el 5,4% de Colonial en manos de Santamaría por 352 millones. Al incumplir dicho acuerdo Carabante pagará en compensación 14,57 millones de euros. En lugar de vender dicha participación a Carabante, Santamaría la ha traspasado a Nozar, que ha adquirido algo más del 4% y al grupo de inversión Global Cartera (el 1,34%), por 300 millones en total. La operación supone que Nozar alcanza el 16,3%.