Pulso presupuestario

El veto aprobado ayer en el Senado al Proyecto de Presupuestos de 2008, a propuesta de los nacionalistas moderados de CiU, es más un episodio de táctica política y electoral que una estrategia parlamentaria de largo plazo. De hecho, la devolución de las cuentas públicas al Congreso se produce cuando no cabe ya posibilidad alguna de modificación financiera, tanto porque el techo de gasto está agotado como por la imposibilidad parlamentaria de introducir cambios en las partidas de gasto. Maniobra similar ya se produjo, con los mismos protagonistas en la recta final de la tramitación de las cuentas de 2005, y seguramente el resultado efectivo de ahora será similar al de entonces: bravata política con intencionalidad electoral. Pero a tres meses de las elecciones y cuando quedan 15 días de calendario parlamentario, Pedro Solbes debe evitar una prórroga de las cuentas de 2007, tras el ímprobo esfuerzo que ha supuesto cuadrar las de 2008.