Sacyr y Abertis reavivan su apuesta por los aeropuertos lusos
La negociación entre constructoras lusas para formar un consocio que opte a la construcción del aeropuerto de Lisboa, valorado en más de 3.000 millones de euros, ha reabierto el debate sobre la privatización de los aeródromos de Oporto, Faro y el citado lisboeta. La española Sacyr se encuentra en uno de los grupos que pujarán en 2008, mientras Abertis busca hueco.
Portugal comienza a dar señales de vida para los grandes grupos de construcción tras meses de mensajes negativos sobre el enfriamiento de la actividad, especialmente en el área residencial. Una gran obra de infraestructuras ha reactivado el interés por el país vecino: la construcción del aeropuerto de Lisboa, un proyecto valorado en unos 3.000 millones que derivará en la privatización de los aeródromos que gestiona el operador público Aeropuertos y Navegación Aérea (ANA).
La española Sacyr Vallehermoso aparece colocada en uno de los consorcios que opta a la nueva infraestructura lisboeta, para el que la Administración sigue buscando ubicación y que debería estar operativa en 2017.
El grupo está formado por la gestora lusa de concesiones Brisa, la constructora Mota Engil y la española Sacyr, a través de su filial portuguesa Somague. Junto a estas compañías especialistas en el campo de la construcción y concesiones figuran los socios financieros Espírito Santo y Caixa Geral de Depositos.
Frente a este equipo consolidado, un segundo grupo de empresas está en conversaciones para presentarse al concurso, según apunta el rotativo luso Diario Económico citando a uno de los directivos implicados en las negociaciones. El consorcio, de acento local, estaría formado por las constructoras Texeira Duarte, Soares da Costa y Edifer, según ha reconocido Vera Pires Coelho, consejera delegada de la última empresa.
El grupo español de infraestructuras Abertis también está entre las empresas que pretenden estar en la línea de salida cuando se comience la carrera por estas infraestructuras. 'En su momento manifestamos interés y éste está intacto aunque no hemos recibido notificación alguna de ANA sobre nuevas fechas tras el aplazamiento de las privatizaciones', explica un portavoz de Abertis.
El Gobierno portugués preveía abrir el proceso de privatización de los aeropuertos el pasado verano, pero la operación fue cancelada ante la falta de ubicación para el aeródromo de Lisboa.
El plan de Aeropuertos y Navegación Aérea de Portugal, que engloba los aeropuertos de Lisboa, Oporto, Faro y los ubicados en las Islas Azores, cuenta con 600 millones de ayuda pública. La intención del Gobierno es dejar en manos privadas el 50% más una acción de ANA.
En el plan de inversiones que ANA ha puesto en marcha para 2006-2010, la expansión del Aeropuerto de Lisboa se sitúa como un 'proyecto prioritario'. Su objetivo principal es el aumento de la capacidad, con la finalidad de 'responder al crecimiento del tráfico actual y previsible a corto y medio plazo', explica el grupo gestor. El plan prevé la construcción y explotación de nuevas infraestructuras, la redefinición de la asignación de espacios dentro de la terminal y la expansión de las áreas comerciales.
Privatizaciones
Aunque sin fecha fijada todavía, los presupuestos del Estado portugués para el ejercicio 2008 ya calculan la entrada de 900 millones de euros en las arcas públicas procedentes de las privatizaciones pendientes. Entre ellas, las del gestor ANA y la aerolínea TAP.