Concesiones por todo el mundo
Si existe una actividad empresarial en la que España esté claramente a la cabeza, esa puede ser la construcción civil. Y por extensión, la concesión de grandes infraestructuras. Así, no es de extrañar que empresas constructoras -Sacyr- o concesionarias -Abertis- sean de las primeras en interesarse por el proceso parcial de privatización de los aeropuertos de Portugal, y más concretamente en la construcción del nuevo aeródromo de Lisboa por el que puja la constructora presidida por Luis del Rivero.
Lo que sorprende ahora es que no haya empresas españolas en cualquiera de los grandes concursos internacionales. Las constructoras/concesionarias se han despojado, afortunadamente, de complejos a la hora de competir en todos los mercados del mundo. A la vez, tampoco muestran reparos en abrirse a la gestión de infraestructuras alejadas de sus negocios originarios. Si al principio se trató de concesiones de autopistas de peaje nacionales, ahora están presentes, también a nivel internacional, en otras infraestructuras de transporte -aeropuertos o ferrocarriles-, en hospitales o en la gestión y depuración de aguas, por citar algunos ejemplos. Y en una evolución lógica, las concesiones no se han limitado a la gestión de infraestructuras, sino que han entrado en las concesiones de servicios municipales.
Todo este proceso ha transformado a las constructoras españolas en grandes conglomerados. La buena salud del sector queda patente en sus cuentas de resultados y en su posición internacional. Un año más, en el ranking de los líderes mundiales por concesiones elaborado por la publicación especializada Public Works Financing, seis españolas están entre las diez primeras. Y como número uno, ACS.
Este proceso explica el interés de numerosos responsables políticos de infraestructuras de todo el mundo, que solicitan a las empresas españolas que participen e inviertan en los planes de desarrollo de sus países. Una carga de trabajo que permitirá a los grupos españoles resistir con mayor solvencia una previsible caída de la obra residencial en España.