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El pulso de la coyuntura económica

Trichet advierte de posibles subidas de tipos por la inflación

No hay margen para bajar los tipos de interés en la zona euro. Pese a las nubes que se ciernen sobre el crecimiento, una inflación al 3% llevó ayer al BCE a discutir incluso una subida de tipos, medida que, de momento, queda en la reserva para el caso de que se produzcan efectos inflacionistas de segunda ronda vía salarios.

El Banco Central Europeo sigue preparado para actuar 'cuando sea necesario para frenar los riesgos al alza para la estabilidad de precios'. El Consejo de Gobierno del BCE celebró ayer su reunión mensual y mantuvo los tipos de interés para la zona euro en el 4%, donde están instalados desde junio. Sin embargo, su presidente, Jean-Claude Trichet, dejó claro que la fuerte subida de la inflación preocupa y mucho en el organismo emisor.

En su comparecencia ante la prensa posterior a la reunión, Trichet sorprendió a mercados y analistas al afirmar que ni siquiera se había valorado la posibilidad de reducir tipos y, en cambio, hubo varias voces que pidieron un encarecimiento inmediato del precio del dinero. Sus palabras tuvieron un efecto inmediato sobre el euro: la moneda de los Trece pasó de cambiarse a 1,455 dólares antes de la reunión a hacerlo a 1,462 tras la rueda de prensa.

La escalada del precio del petróleo, que se ha encarecido más del 50% en lo que va de año, sigue siendo fuente de quebraderos de cabeza en el BCE. Trichet lanzó ayer una clara advertencia: si el repunte de la inflación se traslada a los salarios y genera una espiral por los llamados 'efectos de segunda ronda', el organismo emisor volverá a subir los tipos.

Y ello, pese a que Trichet rebajó ayer la previsión de crecimiento para la zona euro en 2008 en tres décimas, hasta el 2%, debido a la crisis crediticia originada en Estados Unidos. De hecho, el director de la política monetaria europea ya no describe como 'favorable' el panorama de crecimiento, y considera que existen riesgos a la baja.

Pero, a su juicio, aún más grave sigue siendo la previsión inflacionista: según el BCE, el IPC armonizado crecerá el año que viene un 2,5%, medio punto más que en su anterior previsión. Las circunstancias actuales no invitan al optimismo: con un barril de petróleo a 90 dólares, casi un 50% más caro que hace un año, la inflación de la zona euro se ha disparado hasta el 3%, su máximo en seis años.

El BCE se desmarca así de la tendencia marcada por la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha bajado un punto el precio del dinero desde el estallido de la crisis de las hipotecas subprime, en el mes de agosto, o del Banco de Inglaterra, que ayer recortó en un cuarto de punto sus tipos de interés, para dejarlos en el 5,5%.

Se trata del primer recorte en el precio del dinero en el Reino Unido en más de dos años. El organismo emisor de la libra esterlina justificó el recorte por la desaceleración del crecimiento y el deterioro de las condiciones del mercado financiero. El Banco de Canadá ya había sorprendido a los mercados con una rebaja similar el día anterior.

El euríbor vuelve a niveles del inicio de la crisis

El anuncio del sesgo alcista de la política monetaria de la zona euro realizado ayer por Trichet no es una buena noticia para la liquidez en el mercado europeo. Además, se une a una tendencia reciente en el mercado bancario que redunda en esta sensación de preocupación: la del euríbor (tipo europeo de oferta interbancaria). El tipo de interés de referencia para la mayoría de las hipotecas ha vuelto en los útlimos días a los niveles de agosto, cuando estalló la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos. A finales de ese mes, el inicio de la crisis crediticia llevó al euríbor hasta el 4,78%, 24 puntos básicos por encima del valor del mes anterior. Las sucesivas inyecciones extraordinarias de liquidez realizadas por el Banco Central Europeo a finales del verano sirvieron para apaciguar la prima de riesgo, de modo que el euríbor cerró el mes de septiembre en el 4,60%. Sin embargo, los problemas de liquidez no se han resuelto, y el mercado ha retomado la senda de las fuertes primas. Así, noviembre se cerró con el euríbor en el 4,69%, y las subidas continúan.La crisis de confianza ha limitado el acceso a fuentes de financiación como la emisión de deuda. En su lugar, los bancos acuden al sistema interbancario, en el que la incertidumbre sobre la solvencia del tomador se paga en forma de primas más altas.

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