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Valores a examen
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Vuelven a casa por Navidad

Hay cosas que, por estas fechas, se repiten todos los años: los turrones, la lotería, los encuentros familiares... y la publicidad de las instituciones financieras para captar aportaciones a los planes de pensiones. La última reforma fiscal, ciertamente, ha restado atractivo a este producto de inversión a largo plazo, lo que, unido a la crisis de liquidez en la que se hallan inmersas bastantes instituciones financieras, hace que la competencia por capturar las aportaciones de los ahorradores sea este año especialmente feroz.

Sólo así se entiende que en los folletos y cuñas publicitarias que están apareciendo estos días se ofrezca, por parte de alguna de estas entidades, a cambio de las aportaciones al plan de pensiones de turno, una remuneración para una cuenta depósito a un tipo de interés muy por encima del que marca el mercado.

Desconocemos cuál puede ser el resultado de esta iniciativa comercial pero, sin duda, resulta reveladora acerca del acuciante momento de liquidez que está atravesando el sector financiero a nivel internacional. Si suele decirse que un banquero es alguien que te presta un paraguas cuando hace sol y te lo reclama cuando llueve, cabe preguntarse si los bancos están previendo que continúen las borrascas en los meses venideros.

Sin embargo, desde el punto de vista del aportante, este tipo de ofertas, de depósitos remunerados, no difiere mucho de las ofertas tradicionales de vajillas, televisiones de plasma o baterías de cocina. Con la diferencia de que esta vez el incentivo es en metálico y no en especie. No obstante, si uno se para a comprobar lo que deja de ganar al cabo de 30 ó 35 años, que suele ser la duración de este tipo de productos, por dejarse atrapar por estos reclamos, probablemente se le quitarían las ganas de fiestas… incluso navideñas. Las prisas son muy malas y confunden a quienes no leen la letra pequeña al impedir prestar atención a quienes ofrecen realmente buenas rentabilidades y unas comisiones razonables.

Luis Peña Káiser

Consejero delegado de Fonditel Pensiones

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