La inflación se dispara al 4,1% y costará más de 3.000 millones en pensiones
La escalada del petróleo, secundada por el repunte de los alimentos, ha llevado la inflación de noviembre a situarse en el 4,1%, su valor más alto desde enero de 2007, según el avance de IPC armonizado publicado ayer por el INE. El desvío frente a la previsión inicial del 2% costará a la Seguridad Social 3.360 millones de euros.
Los precios no dan tregua. Según el indicador avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la inflación española alcanzó el 4,1% en el mes que hoy termina, repuntando medio punto respecto a octubre en tasa interanual. El muy temido 'efecto base' de los precios del petróleo ha tardado en hacerse notar, pero es el principal culpable de la subida del Índice de Precios de Consumo, que en apenas tres meses ha repuntado casi dos puntos.
Allá por el mes de agosto, el IPC se mecía plácidamente en niveles del 2,2%, y en todo el año anterior apenas había superado el 2,5%. Pero el final del verano trajo un inesperado viraje en los mercados energéticos respecto al ejercicio anterior. Los ocho primeros meses de este año y de 2006 dibujan una gráfica similar en la cotización del petróleo: el barril de Brent pasó del entorno de los 60 dólares a rozar los 80.
El punto de inflexión se produjo a principios de agosto, cuando las dos curvas comenzaron a separarse de forma vertiginosa: mientras el año pasado los precios se relajaron hasta volver a los 60 dólares en noviembre, un año después la senda alcista se ha radicalizado, llevando el crudo al borde de la barrera psicológica de los 100 dólares (aunque en los últimos días se ha relajado ligeramente). La diferencia de precios supera así el 50% interanual, encareciendo todos los productos energéticos, los transportes y, de forma derivada, el conjunto de la economía.
El precio del barril de crudo Brent supera en cerca del 50% al de noviembre del año pasado
El dato avanzado ayer por el INE corresponde al IPC armonizado, que se utiliza para realizar comparaciones homogéneas con el resto de países de la Unión Europea. Hasta septiembre, el diferencial de España frente a la zona euro (dato crucial para la competitividad del país) se había moderado hasta las cinco o seis décimas. Ya el fuerte repunte de octubre afectó más a España, dada su gran dependencia y escasa eficiencia energética. El diferencial, que quedó entonces en un punto, será probablemente superado cuando se conozca el IPC armonizado de la Eurozona.
El IPCA no incluye un desglose por capítulos, que sí publicará el INE dentro de dos semanas. En el mes de octubre, cuando la inflación se elevó en nueve décimas, los mayores incrementos interanuales se registraron en bebidas alcohólicas y tabaco, transportes y alimentos y otras bebidas. Con un 5,5% de inflación interanual, los alimentos suponen la otra gran fuente de preocupación en el ámbito de los precios, con grandes subidas en productos de primera necesidad como la leche o el pan. Las malas cosechas europeas, unidas a la demanda de ciertos biocombustibles, ha llevado esta semana al Consejo de Ministros de la Unión Europea a plantear una suspensión de las tarifas aduaneras para la importación de cereales.
Curiosamente, el repunte actual en el índice de precios de consumo se produce en una fase de suave desaceleración de la actividad económica, que debería reducir las presiones sobre la inflación al acercar el crecimiento del PIB a su ritmo potencial (el que se puede conseguir sin presiones de la demanda sobre los precios).
El desvío costará 3.360 millones en pensiones
El repunte inflacionista de los últimos dos meses llega en el peor momento para las arcas públicas. Desde 1998, la ley obliga a actualizar las cuantías de las pensiones según el desvío del IPC de noviembre respecto a la previsión a comienzos de año, fijada en el 2%. Así, los más de ocho millones de pensionistas deberán ser compensados por 21 décimas de desvío de precios.El Ministerio de Trabajo calcula en 70 millones de euros el sobrecoste de cada décima de exceso de inflación, pero los datos de ejecución presupuestaria la elevan hasta 80 millones. Ese coste se consolida durante el próximo ejercicio, de modo que, en la práctica, el Estado debe hacer frente a dos pagas por el importe mencionado. Así, cada décima cuesta 160 millones, de modo que las 21 décimas suponen 3.360 millones de euros. La mitad se abonará en enero con una paga'extraordinaria', mientras que el resto se destinará a consolidar la subida en las nóminas de los pensionistas. En nueve años de desvíos, la inflación ha costado a la Seguridad Social 24.100 millones de euros, casi el 2,4% del PIB.El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, auguró ayer que en los próximos meses el IPC continuará en niveles 'relativamente altos', debido sobre todo al efecto base en el mercado petrolífero. Solbes advirtió de que 'hay que trabajar a largo plazo' para conseguir ser 'tan eficientes' como otros países europeos en aspectos como la distribución o el consumo energético, para que tengan menos impacto en el IPC.Por su parte, la patronal y los sindicatos CC OO y UGT han vuelto a pactar la fórmula para fijar salarios moderados en 2008, basada en la previsión de la inflación, la productividad y las cláusulas de salvaguarda.