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Competencia

Solbes confía en que las empresas se habitúen a denunciar los cárteles

El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, aseguró ayer que el reto de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) es que las empresas se familiaricen con el programa de clemencia de exención o reducción de multas en la delación de cárteles para poder luchar contra ellos

La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se puso ayer de largo con la celebración de su primer acto institucional después de su creación el pasado mes de septiembre. El acto fue inaugurado por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, quien reconoció que la nueva CNC tiene importantes retos por delante.

Uno de los más destacables será 'el manejo de los nuevos instrumentos a su disposición, entre los que quizá quepa destacar el programa de clemencia'. Solbes subrayó que existe un acuerdo generalizado en que los cárteles son la mayor amenaza para el mantenimiento de un nivel saludable de competencia, 'por las dificultades para su detección'.

Por eso consideró que el trato preferencial que la nueva ley de competencia y por tanto, la nueva CNC, podrá otorgar a los delatores frente a otros infractores favorecerá el descubrimiento de un mayor número de conductas colusivas. El sistema de clemencia consiste en la exención o reducción de multas a aquellas empresas que colaboren en la lucha contra los cárteles.

Solbes argumentó que a pesar de los beneficios que se esperan del sistema de delación, el reto que asume la CNC en este sentido es importante. Y no sólo porque el método de clemencia no tenga un fácil encaje en la tradición jurídica española 'ni una fácil compatibilidad con la sociología del empresariado español'.

El verdadero reto de la CNC será según explicó ayer el vicepresidente segundo del Gobierno el de convertir el programa de clemencia en un referente permanente para las empresas, tanto en los niveles directivos de éstas como en las asesorías jurídicas. El objetivo es, según señaló ayer Solbes, 'convertir la solicitud de clemencia en una decisión puramente empresarial, basada en beneficios y costes y desproveerla del posible estigma del delator'.

El vicepresidente segundo del Gobierno también destacó el importante papel que espera de la nueva CNC en cuanto a la promoción de la competencia. Solbes aseguró que desearía que la Comisión tuviese un 'perfil elevado' y que se encargara de estudiar los aspectos del marco regulatorio que puedan verse afectados desde el punto de vista de la competencia así como de proponer las reformas necesarias para 'elevar la tensión competitiva en los distintos mercados'. Eso, a pesar de que se trata de una competencia que Solbes admitió que no siempre será cómoda para el Ministerio de Economía.

Mayor protagonismo

En todo caso, el vicepresidente segundo del Gobierno reconoció que la nueva CNC, que ha absorbido al antiguo Servicio de Defensa de la Competencia y al antiguo Tribunal, tendrá por tanto un mayor protagonismo en la vida económica española, 'por tanto, las necesidades de transparencia se verán también incrementadas. Y una parte del éxito de la Comisión en el futuro radicará en cómo sea capaz de explicar sus resoluciones ante el público en general y el Parlamento en particular'.

Otro de los retos de la CNC será progresar en las relaciones con los tribunales autonómicos de defensa de la competencia y con los reguladores sectoriales. 'Es una relación en la que seguramente las fricciones sean inevitables, pero también existe un campo muy amplio de intereses comunes y tenemos que esforzarnos por explotarlos', aseguró Solbes. Por su parte, el anfitrión de la conferencia, el presidente de la CNC, Luis Berenguer, explicó que la de ayer será la primera de una serie de jornadas anuales que celebrará anualmente la nueva autoridad de competencia y advirtió de que la nueva doctrina que emanará de la Comisión 'no podrá olvidar los trabajos previos realizados por el Servicio de Defensa de la Competencia y por el Tribunal'.

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