Sarkozy en China: el rumbo y la ruptura
A menos que se dirija una superpotencia, es decididamente difícil conjugar ruptura y geoestrategia. En Pekín hoy, como hace poco en Washington y Moscú, el presidente Sarkozy lo ha comprobado de nuevo (...).
Como en China todo comienza por regalos, Sarkozy se congratulará por la gavilla de contratos que saludará su primera visita oficial a Pekín. Areva debería olvidar desengaños pasados, y nuevos pedidos podrían vendar algunas heridas de Airbus (...). No se puede subestimar la importancia de las advertencias de Francia contra las derivas de un gigante que se ha convertido en uno de los primeros agentes del planeta.
Francia sola no puede alertar eficazmente contra un yuan infravalorado. Relevado por Bruselas y Fráncfort y luego por el secretario de Estado del Tesoro de EE UU, Henry Paulson, puede contribuir a hacer mover sus líneas... Y empujar a Pekín a acelerar el ritmo de la apreciación de su moneda (...). Lo ideal sería ver a China acompañar este movimiento de una política más voluntarista en favor del consumo interno (...). Pero el tiempo de las reformas es siempre más lento que el de las políticas.