Solbes confía en que el incidente con Chávez no afecte a empresas españolas en América Latina
El vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes, confió ayer en que el incidente protagonizado por el Rey de España y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez el pasado fin de semana en la XVII Cumbre Iberoamericana no afecte a las empresas españolas presentes en Latinoamérica.
'El comportamiento de las empresas sigue una lógica distinta. Están obviamente presentes en América Latina porque a las empresas les interesa, como es lógico (...), pero también porque a los países les interesa la presencia de esas empresas', dijo el vicepresidente antes de la reunión de ministros de Economía de la zona euro. Las empresas españolas han invertido en Venezuela 1.700 millones de euros desde que Chávez llegó al poder en 1999.
Por su parte, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, aseguró que el Gobierno está trabajando para reducir al máximo las posibles consecuencias de lo que calificó como 'un incidente que ha quedado en eso, en un encontronazo'.
Además, los esfuerzos del Gobierno irán, según Jiménez, en 'minimizar los riesgos teniendo en cuenta que tenemos unas relaciones intensas con esos países', en referencia a Venezuela y Nicaragua, el otro país que arremetió contra el ex presidente español, José María Aznar.
Jiménez negó que el incidente fuera previsible, como asegura el PP, a pesar de que los responsables españoles mantuvieron 'algunas diferencias (con Venezuela) en las reuniones' pero eso 'nunca ha sido un obstáculo para mantener una relación normalizada y fluida', añadió la secretaria de Estado.
En el lado empresarial, el presidente del grupo Planeta y del Círculo de Economía, José Manuel Lara, mostró su preocupación por esta polémica. Y, aunque dijo que es 'imposible' cuantificar su posible impacto económico hizo hincapié en que estas situaciones 'nunca son buenas' para el empresariado.
El Consejo Superior de Cámaras de Comercio expresó también su 'reconocimiento y apoyo' al Rey Don Juan Carlos y a José Luis Rodríguez Zapatero y aplaudió 'la cerrada actitud en defensa del respeto, la honestidad y la dignidad de las personas, de las instituciones, de las empresas y empresarios españoles, ante los insultos recibidos por parte de algunos mandatarios'.