Calor de hogar en Thermomix
Teresa Barrenechea ocupa un acogedor espacio desde el que facilita la tarea a los demás.
Es un torrente de vitalidad, derrocha locuacidad mientras que explica el funcionamiento y la forma de trabajar de Thermomix, una compañía que se conoce principalmente por el boca a boca. 'Vendemos el Rolls-Royce de la cocina', asegura Teresa Barrenechea. Bilbaína, de 51 años y licenciada en Filosofía y Letras, tiene mundo y se le nota. Trabaja en un espacio confortable, cálido, que asemeja el salón de cualquier hogar, donde se realizan las demostraciones de ventas del robot de cocina que la firma comercializa en España desde hace casi 30 años, y que el pasado mes de septiembre alcanzó el millón de unidades vendidas.
Lo primero que hizo Barrenechea, además de realizar algunos cambios en la gestión para 'tener estimuladas a nuestras guerreras', así denomina ella a las 6.200 presentadoras que se ocupan de las ventas, fue introducir el color en su lugar de trabajo. 'Me gusta el naranja porque es un tono acogedor, y me encanta que haya un ambiente cálido en la empresa, en todos los aspectos'. A esta ejecutiva no le gustan las confrontaciones, sino el diálogo y el buen talante. 'Me preocupa muchísimo que todo el equipo comparta nuestra filosofía, que tenga entusiasmo y que haya honestidad hacia arriba y hacia abajo, pero sobre todo con el cliente'. En cuanto a la motivación del personal, asegura que anualmente se realizan viajes de incentivos a destinos apetecibles como Nueva York, Río de Janeiro o Montecarlo. 'Hay que tener a todos contentos'. Para conseguirlo, Barrenechea confiesa que concilia mal su vida personal con la profesional. 'Porque mi función consiste en facilitar el trabajo al resto del equipo. Además, tengo cuatro hijos acostumbrados a que su madre siempre esté en danza', afirma.
Su carrera profesional ha estado vinculada a la comunicación corporativa. Trabajó en el gabinete de prensa de General Motors en Madrid, en el departamento de relaciones internacionales de Ibercaja, Glasurit, y el de marketing de Amadeus. En 1990 se trasladó a Nueva York, donde ejerció de oficial de información de la Misión de España ante las Naciones Unidas, coincidiendo con la presidencia española del Consejo de Seguridad de la organización multilateral en 1995. Durante este periodo dio rienda suelta a una de sus verdaderas vocaciones profesionales, la gastronomía. Abrió dos restaurantes en Nueva York bajo el nombre de Marichu, en homenaje a su madre. Además, escribió dos libros de cocina por los que fue galardonada con el Premio Nacional de Gastronomía. En 2003, la firma de origen alemán Vorwerk contactó con ella para ofrecerle la responsabilidad de la división española de Thermomix, que asumió dos años más tarde. 'Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida porque es un trabajo dinámico, que puede parecer monótono debido a que sólo tenemos un producto, pero no lo es en absoluto'. Asegura que siempre hay un reto por delante, ya que la compañía trabaja para mejorar el aparato.
En la empresa de electrodomésticos Vorwerk, cuyas ventas se hacen de forma directa, sin intermediarios, trabajan 120 ingenieros que invierten una media de seis años en desarrollar un nuevo robot. Para el último modelo se destinó un presupuesto de 20 millones de euros. El próximo se lanzará al mercado en 2012. Vorwerk facturó en 2006 un total de 2.343 millones de euros, de los cuales 291 millones, el 12%, corresponden a la división de Thermomix. En España, las ventas de este segmento de negocio se situaron en 95 millones de euros, un 6% más que en el periodo anterior. Se trata del segundo país más importante por ventas, tan sólo por detrás de Italia.
Por esa senda quiere andar Teresa Barrenechea, que pretende hacer un esfuerzo para dar a conocer la firma más allá de las recomendaciones entre clientes, profesionalizar la gestión y fortalecer la formación a todos los niveles. 'Nuestras presentadoras son nuestro valor añadido porque de ellas depende que el cliente se quede satisfecho'. Y para que esta receta funcione, exige que siempre esté la pasión como un ingrediente prioritario. 'Nuestra vendedora es la voz y el alma de la máquina'.
Una cocina para ensayar con el robot
Le gusta desde siempre la gastronomía. Al lado de su despacho hay precisamente una cocina, donde ensaya recetas, elabora platos y pone a prueba el robot que comercializa. 'El producto nunca lo puedes perder de vista'. Como tampoco olvida, porque entre las paredes donde trabaja guarda esos recuerdos, su pasado profesional. Muy cerca de su mesa de trabajo tiene fotografías de cuando dirigía sus restaurantes en Nueva York. Posa al lado de Javier Solana, Harrison Ford, Kofi Annan, José María Aznar y los cocineros Arzak y Subijana. 'Fue una época de mi vida maravillosa y no quiero que se me olvide, me gusta tenerla presente'.Dice que no es nada ordenada, a pesar de que los balances y los informes los tiene perfectamente guardados y archivados. 'Lo que siempre tengo son papeles encima de la mesa. No lo puedo evitar'.El despacho de Barrenechea es soleado, 'tiene que entrar la luz a raudales porque me da vida'. En la ventana tiene unos adhesivos que conforman una constelación. 'Me gusta jugar con las estrellas y hacer como que son personas. Cuando alguien me cae mal, la pongo en una esquina'. Y como telón de fondo, ha colgado unos cuadros de la Thermomix. 'Estoy enamorada de este producto porque ha sido y es una gran revolución'.