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Ermenegildo Zegna

'Me preocupa cómo está cayendo el dólar'

Nació en Turín hace 52 años y pertenece a la cuarta generación de una saga empresarial. Desde hace una década dirige el grupo familiar de moda y complementos, con el que espera facturar mil millones de euros en 2010.

Tiene porte, pero sobre todo es un empresario ameno y con las ideas muy claras. Le gusta implicarse en los temas formativos. Por ello, pertenece al consejo internacional del IESE, escuela en la que se realizó esta entrevista durante la Asamblea Anual de Antiguos Alumnos, celebrada en Barcelona.

¿Cómo se plantea 2008 un empresario, teniendo como telón de fondo la crisis que se está viviendo en el sector financiero?

Prevemos una ralentización debido, precisamente, a esta crisis financiera, que tendrá una influencia psicológica, y no sólo en Estados Unidos o en Japón. Deberemos estar atentos a dónde podemos invertir, pero también creo que será algo pasajero y por poco tiempo. En contrapartida, hay mercados emergentes que seguirán creciendo y que seguirán siendo una gran oportunidad para las empresas con expansión internacional. A un grupo como Ermenegildo Zegna, nuestra diferenciación nos está ayudando a tener nuevos clientes que compran un accesorio en estos mercados, y que, posteriormente, pueden ser clientes habituales de la marca.

¿La caída del dólar incide en sus ventas?

Sin duda, para un grupo como Zegna el problema de la moneda, y sobre todo la devaluación del yen y del dólar, repercute en el 50% de nuestras ventas. Yo estoy preocupado por cómo está cayendo el dólar. Pero es importante ser optimista, y nosotros no vamos a cambiar nuestra estrategia de inversiones para llegar a ser una marca global. El objetivo es facturar mil millones de euros en 2010. El ejercicio de 2006 lo hemos cerrado en 780 millones de euros. Creo que hay unas pocas nubes en el horizonte, que corresponden a las crisis de Estados Unidos y de Japón. También es cierto que Europa está creciendo a un ritmo más lento que Estados Unidos, y que China e India tienen un plan de expansión muy fuerte. Los países de la zona este de Europa ofrecen muchas oportunidades porque hay una nueva riqueza, que hay que aprovechar. Además, nuestro objetivo es tener 50 tiendas en América Latina en 2010, mientras que ahora tenemos 20 centros y puntos de venta.

Para realizar esta expansión hay que contar con personal, ¿cómo se consigue atraer talento?

Atraer a gente nueva se consigue con planes muy agresivos de retención. Hay que ofrecer oportunidad de desarrollar carrera dentro de la empresa, dar rienda suelta para que crezca dentro de la organización talento joven y fresco. La diversidad es muy importante. Nosotros hacemos dos convenciones al año en las que reunimos a los ejecutivos de todo el mundo con el fin de explicarles las estrategias y desafíos. El secreto es conocerse y trabajar en grupo a nivel global, eso es lo que ayuda a fortalecer la marca y a dar velocidad de crecimiento a la firma.

¿Usted apuesta por el profesional más joven?

Hay que creer en los jóvenes que no tengan más de 30 años, porque ellos serán los ejecutivos de los próximos años. Es necesario preocuparse de las personas que van a tomar las riendas en el futuro de la organización. Es necesario formarles para que sepan trabajar en equipo, para involucrarles en el proyecto, para que quieran a la marca.

En el grupo Zegna está trabajando la cuarta generación de una familia de empresarios, ¿qué ha aprendido de sus antecesores?

A trabajar duro, a dar ejemplo. Mi abuelo y mi padre siempre han tenido la ambición de hacer bien las cosas, por trabajar con entusiasmo, sobre todo en los periodos duros. Se trata de trabajar bien, sin perder la pasión y la ambición, manejando todos los asuntos con ética y honestidad. Hay que fomentar la lealtad y eso se consigue con el ejemplo. Puedo decir que en Zegna trabaja gente muy orgullosa de estar con nosotros.

¿Y usted qué ha ofrecido a la compañía?

Creo que lo que he aportado ha sido el salto de una marca local a una global, que puede ser considerada en el mundo. Se trata de mirar alto y poner la organización más cerca del cliente, empujando el negocio minorista e incrementando la inversión en marketing. Mi verdadero reto es subir el valor de la marca a nivel internacional, con el impulso de productos como las gafas, la fragancias y los complementos. Tenemos una nueva política de diseño. Estamos creando una nueva organización orientada al mercado y a la marca, ante el desafío de las nuevas generaciones. Pero de esto último se ocupa mi primo Paolo, mientras que mi función es mucho más operativa.

¿Y cuál de esas áreas es más importante en estos momentos?

Las dos, porque son complementarias. Nuestro reparto de funciones está muy equilibrado, pero nos preocupan mucho las personas, ser capaces de dar oportunidades, formación internacional, que se entienda el negocio, saber lo que es estilo de vida. No se compite con los rivales directos, sino con los asesores. Es un sector complejo, que necesita de diferentes perfiles y se requiere invertir mucho en marketing de marca.

Zegna es un grupo familiar. ¿Tienen resuelto el traspaso de poderes a la siguiente generación?

Yo tengo dos hijos varones que están estudiando en universidades en Estados Unidos. Han viajado mucho conmigo, sobre todo para comprender que Italia es un gran magnífico país, pero pequeño. El futuro pasa por fuera de Italia, hay que mirar más allá de nuestras fronteras. Uno de mis hijos está estudiando gestión empresarial. Otro de ellos está mirando posibilidades para enfocar su carrera a nivel internacional, siguiendo el interés de la familia. Lo bueno es que están aprendiendo idiomas y tienen experiencia trabajando fuera de Italia durante los veranos. Lo que tienen que hacer es abrirse al mundo. Es un consejo que ofrezco a todos los jóvenes. Y, por otra parte, tengo la esperanza de que mis hijos continúen con el negocio. Sería un motivo de orgullo, aunque no tengo intención de retirarme.

¿Tienen intención de que la propiedad siga en manos de la familia Zegna?

Nos interesa seguir siendo un grupo familiar y tenemos los recursos necesarios para atender los cambios que se nos presentan, pero no nos interesa dejar el negocio. No vemos la necesidad tampoco de tener socios financieros. La empresa sigue su curso, va bien, es sólida y tenemos previsto seguir creciendo un 10% anualmente. Mi intención es continuar manteniendo este ritmo, y podemos seguir haciéndolo porque tenemos la estructura adecuada para realizarlo. La agresividad de una marca se mide por la capacidad de seguir avanzando.

¿Y disponen de los recursos necesarios?

Tenemos un equipo de profesionales muy bueno para hacer frente a los nuevos retos y afrontar los malos tiempos. Nuestra confianza es mutua y el estilo de gestión es muy americano, nada piramidal en cuanto a delegación de responsabilidades. Dentro de una organización moderna es prioritario dar autonomía a las personas que trabajan contigo. Es importante que se sientan libres, aunque se cometan errores. No le tengo miedo a los fallos porque luego podemos corregirlos. Por tanto, tenemos personal, producto, marketing y una organización sólida y bien cimentada.

Otra forma de crecer es a base de fusiones y adquisiciones.

Sí, pero cuando el crecimiento es orgánico puedes crecer sin comprar. Es difícil integrar una cultura diferente a la tuya, y puede echar abajo todo lo que ya tienes. En los últimos cinco años hemos adquirido algunas compañías pequeñas, que van creciendo poco a poco, una dentro del sector femenino y otra de piel, que se complementa con nuestro negocio, destinado al hombre. Sin adquisiciones, vemos posibilidades de crecer al 10% anual; ahora lo que tenemos que dar es otro paso, otro impulso a la organización. En estos momentos no creemos que sea una buena idea y sería bastante negativo para el grupo. Se puede crecer sin tener que comprar.

Por lo que se deduce de sus palabras, usted tiene muy claro el rumbo que deben seguir.

Sí, lo tenemos totalmente definido. El foco ha de ser claro y tenemos que poner todos los recursos para conseguirlo. No nos podemos despistar en el camino. Y nuestro objetivo es llegar a lo más alto en la moda y los complementos de hombre. El sector femenino es otro de los retos donde se centra la décima parte del grupo. Un directivo ha de tener claro dónde quiere llevar a su organización.

'Viajar es una de las mejores escuelas'

Asegura el empresario que tiene muchos intereses y aficiones, como los deportes, sobre todo jugar al golf y esquiar. Pero también es un apasionado de la fotografía y de la arquitectura. Aunque hace poco tiempo descubrió otro foco de interés: descubrir las nuevas ciudades que están despertando al mercado y al consumo. 'Aprendes grandes cosas de estos países emergentes, otra forma de mirar las cosas. Viajar es una de las mejores escuelas que existe para formar tu mente'.Ermenegildo Zegna no concibe su profesión como trabajo, 'es algo más, es una forma de vida, y pretendo seguir aprendiendo y que me siga dando oportunidades de continuar creciendo tanto personal como profesionalmente'. Es una lección que aprendió en Japón. 'El aprendizaje continuo es necesario para ser mejor, Y esa actitud o se tiene o no se tiene. Está en el ADN de cada persona'.

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