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Sobornos

Los escándalos por corrupción le cuestan a Siemens 1.500 millones de euros

Los escándalos de corrupción que han afectado al grupo industrial alemán Siemens desde finales del año pasado le han supuesto a la compañía, por ahora, unos costes totales de algo más de 1.500 millones de euros, entre multas, devoluciones de impuestos y gastos de investigación.

La fiscalía de Múnich comenzó a investigar a finales de 2006 el caso, por el que unos doce trabajadores de Siemens desviaron dinero a empresas tapadera y compañías en paraísos fiscales, posiblemente para sobornos.

El director financiero de Siemens, Joe Käser, anunció hoy, en una conferencia de prensa posterior a la publicación de los resultados anuales de la compañía, que el grupo ha gastado unos 1.400 millones desde que se destaparon los escándalos, de los que 350 proceden de asesoría legal y de investigaciones internas.

A esta cifra hay que sumar algo más de cien millones de los impuestos que Siemens tiene que devolver como consecuencia de deducciones fiscales irregulares, cuya cuantía ya había anunciado la compañía con anterioridad.

Como se anunció en octubre, la división de comunicaciones de Siemens, en la que comenzaron todos los escándalos, debe un total de 179 millones de impuestos en Alemania por el período comprendido entre 2000 y 2006.

Asimismo, el presidente de Siemens, Peter Löscher, afirmó hoy que el resto de divisiones deben un total de 264 millones en Alemania por el mismo período, mientras que la cifra que el grupo debe reembolsar en el resto de países asciende a 75 millones.

Por estas actividades irregulares de su división de comunicaciones, Siemens ha tenido que pagar ya una multa de 201 millones en Alemania y una multa antimonopolio impuesta por la Unión Europea, que asciende a 420 millones.

Además, se podría sumar en el futuro una nueva sanción, procedente de la SEC (el regulador bursátil estadounidense), que en la actualidad mantiene una investigación sobre el grupo alemán, aunque Siemens desconoce tanto la posible cuantía como la fecha de decisión.

Löscher dedicó gran parte de la conferencia de prensa a anunciar que, a partir de ahora, la compañía combatirá la corrupción interna y que sólo hará negocios de una forma ¢limpia¢.

¢Hay oportunidades de negocio que no nos interesan. Sólo estamos interesados en oportunidades de negocio limpias¢, indicó Löscher, primer presidente no alemán en la historia del grupo, y que se mostró ¢muy orgulloso¢ de formar parte de la compañía.

¢Es importante que el cumplimiento de las normas sea visto como parte de nuestra forma de hacer negocios¢, añadió.

Löscher anunció que durante el año fiscal que acaba de finalizar, Siemens tomó medidas contra un total de 470 empleados que violaron la disciplina interna de la compañía, de los que un 14 por ciento era culpable de corrupción o violación de leyes antimonopolio y otro 24 por ciento, de fraude.

El presidente del grupo industrial negó que quiera desprenderse de sus participaciones en Nokia-Siemens, sociedad que controla a medias con el fabricante de móviles finlandés, y en Areva, empresa constructora de centrales nucleares de la que posee un 30 por ciento.

Löscher, quien no respondió a las preguntas acerca de posibles reducciones de empleo, señaló que espera que la anunciada reestructuración de la compañía, basada en tres pilares fundamentales (industria, energía y la actividad sanitaria), se ponga en marcha a mediados del año fiscal de Siemens que ahora comienza.

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