Dirigir una empresa moderna
La escuela de formación de directivos EADA cumple medio siglo de vida, y con esta excusa acaba de recopilar otras tantas lecciones de gestión. Para ello, han echado mano de 50 profesores y colaboradores de la escuela para que analicen las distintas tendencias de dirección, con los que los ejecutivos pueden llevar a sus empresas a diferenciarse de los competidores y a ser punteros en innovación. El catedrático de Economía financiera y contabilidad de la Universidad Pompeu Fabra, Oriol Amat, analiza la Bolsa, como elemento fundamental de una economía de mercado, tanto desde el punto de vista de las empresas como del de los ahorradores. Y estudia las estrategias de inversión para generar riqueza a largo plazo.
La profesora asociada del departamento de dirección de personas de EADA, Sonia Armal, escribe un capítulo sobre el tao de las nuevas tecnologías, como un camino de renovación para ayudar a compenetrarse en los valores básicos y esenciales, con el fin de que la relación con los nuevos avances tecnológicos sea más rica, congruente y transparente. Otro docente, Xavier Bordanova, reflexiona sobre los lugares en los que se realizan las compras y la experiencia del comprador en el punto de venta.
No saber idiomas cuesta dinero, afirma la directora de programas de inglés de la escuela de negocios, Paula Bosworth, quien señala que las empresas que más crecen son aquellas que tienen más conocimientos de idiomas y culturales. Pero tampoco conviene olvidar al departamento de recursos humanos como parte integrante de la estructura del estilo de dirección.
Y sobre las personas se analizan varios temas, como se puede convertirse un grupo en un equipo compacto de profesionales, la importancia de la formación dentro de las organizaciones modernas, la aplicación del sentido común en la dirección de personas o el arte de competir. También se abordan otros asuntos, como las tendencias en la gestión de las empresas sanitarias, la tecnología y la endogamia de los sectores, el marketing turístico o el arte de emprender.
En la obra se dice que el estilo de dirección no puede ser concebido como una disciplina cerrada, sino que es parte de una ciencia porque utiliza métodos rigurosos de análisis y refutación de datos, pero también es un arte, una filosofía. Y hace hincapié en que la empresa es un lugar para generar valor económico, pero nunca a expensas de los valores éticos y responsables, de la felicidad de las personas o del debido respeto al entorno. Porque la mejor organización, dice el escrito, es aquella que es capaz de ganar dinero a través del cumplimiento de una misión ilusionante para todos sus integrantes y útil para la sociedad.