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Retribución al accionista

Repsol eleva un 40% su dividendo ordinario de 2007

Repsol YPF ha decidido elevar un 38,8% el dividendo ordinario que repartirá a cuenta de 2007, en línea con el objetivo de su plan estratégico de situar el pay out a nivel del resto del sector.

La petrolera hispanoargentina Repsol YPF mantiene su política de mejorar la retribución al accionista y ha decidido elevar un 38,8% el dividendo ordinario que repartirá a cuenta del actual ejercicio.

El pago, que ascenderá a 0,50 euros por acción, se materializará en enero de 2008, en una fecha que la compañía concretará en próximas fechas, según comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La reacción de los mercados a este anuncio no fue positiva. Al cierre de la jornada, los títulos de la compañía se situaron en los 27,19 euros por acción, con un ligero recorte del 0,22%.

La significativa mejora del dividendo ordinario aprobada supondrá un incremento de 170 millones de euros en la cantidad repartida a cuenta del ejercicio.

Según el último informe anual del grupo, los dividendos pagados en 2006 por Repsol ascendieron a 825 millones. De esta cifra, 440 millones correspondieron al dividendo bruto distribuido (0,36 euros por acción), frente a los 366 millones que se repartieron en 2005 (0,30 euros brutos de dividendo ordinario).

Desde su llegada a la Presidencia de Repsol, Antonio Brufau ha apostado por incrementar de manera 'estable y significativa' la retribución a los accionistas. Un objetivo que se convirtió en uno de los ejes del actual plan estratégico de la compañía 2005-2009, diseñado por su equipo.

El plan busca 'garantizar un crecimiento sostenido del dividendo para los accionistas', con aumentos superiores al 15% en cada año hasta el final del periodo contemplado.

El objetivo final es asimilar el nivel de pay out (porcentaje del beneficio distribuido entre los accionistas) al que existe de media en el conjunto del sector petrolero y que se sitúa en una banda del 40%-50%.

En este punto, el pay out de Repsol ha seguido una línea ascendente en los últimos años, salvo en el ejercicio de 2005, donde se produjo un ligero retroceso. Así, mientras en 2002 la parte del beneficio que se destinó a dividendos fue del 19,4%, esta cifra alcanzó el 24,3% en 2003, el 25,3% un año después, se redujo al 23,5% en 2005 y llegó hasta el 28,1% en 2006.

Los planes para nivelar el pay out de la compañía con el del resto del sector ya estaban sobre la mesa en la etapa del anterior presidente, Alfonso Cortina, que cuando presentó el plan estratégico 2003-2007 anticipó que su intención era lograr que los dividendos fueran el 40% del beneficio 'a largo plazo y en condiciones de ciclo medio'.

La decisión de Repsol de aumentar un 38,8% el dividendo se produce mientras los máximos responsables de la petrolera ultiman un nuevo plan estratégico para el próximo quinquenio que estará listo antes de que acabe el año.

Según adelantó Brufau hace poco más de un mes, el plan incluirá inversiones por valor de 25.000 millones hasta 2012 y se basará en el crecimiento orgánico, sin descartar compras 'selectivas.

El Gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, ha ampliado en otros 180 días más el plazo de negociación con las petroleras para firmar los contratos que permitirán al Estado controlar el transporte y la comercialización de los hidrocarburos a través de la estatal YPFB, informa Efe.

Un decreto firmado el pasado 28 de octubre señala que el nuevo término vence el 25 de abril de 2008, después de que se cumpliera el semestre fijado inicialmente sin que las partes suscribieran los convenios.

La decisión de controlar el transporte y el comercio del gas y el petróleo se enmarca en el proceso de nacionalización de los hidrocarburos decretado por Morales en mayo de 2006.

Las petroleras, entre ellas Repsol YPF y la brasileña Petrobras, ya operan bajo el régimen fijado en la nacionalización en las actividades de exploración y producción. En la comercialización de los hidrocarburos participan varias empresas, mientras que el transporte está a cargo de Transredes, filial de la británica Ashmore, y Transierra, participada por Repsol YPF, Petrobras y la francesa Total.

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