El Gobierno recoge la petición de la CMT y recurre la millonaria multa de la CE al ex monopolio
No ha habido sorpresas. Estaba en el guión con la única duda de la fecha concreta y fue ayer el día elegido para anunciarlo. El Gobierno español ha plantado cara a la Comisión Europea y ha presentado un recurso contra la millonaria multa impuesta a Telefónica en julio por entorpecer a sus rivales en el mercado del ADSL. La operadora recurrió hace mes y medio.
El Gobierno pide la anulación ante el Tribunal de Luxemburgo de la decisión comunitaria, que dio lugar a una multa de 151,8 millones de euros, que Telefónica ya ha depositado en el banco Fortis. Eso sí, el Ejecutivo asegura que su intención no es 'la defensa de Telefónica', sino de las competencias de España en regulación y de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
En una argumentación parecida a la que esgrimió este organismo cuando instó al Ejecutivo a recurrir la multa a Telefónica, el Gobierno explica que las resoluciones de la CMT han quedado 'sin valor' como consecuencia de una decisión posterior de la CE y que eso crea 'inseguridad jurídica' y afecta 'gravemente' al interés público.
Esta explicación constituye el primer argumento jurídico del recurso del Gobierno, que se fundamenta en la violación de los principios de especialidad, seguridad jurídica y confianza legítima. La regulación sectorial de la CMT, basada en directivas europeas, debería primar sobre una decisión de la CE que aplica el derecho general de la competencia, porque la actuación de la primera se dirige más específicamente a un mercado concreto. La CE, sin embargo, ya se puso la venda antes de la herida en esta materia y en su resolución mencionaba una sentencia de la Audiencia Nacional que distinguía, también por un recurso de Telefónica, entre los poderes de la autoridad nacional de competencia y los de la CMT.
La segunda base del recurso es la violación del artículo 82 del Tratado CE, que otorga competencias a Bruselas para evitar abuso de posición de dominio, 'por una serie de errores de hecho'. En último lugar, se alega la violación del deber de cooperación, ya que la CE ha dejado a la CMT al margen del proceso.
Con la decisión de ayer, se cierra la primera fase de reacciones tras la multa impuesta en julio. Ahora quedan unos dos años de tramitación hasta que el Tribunal de Justicia de la UE dé su veredicto. El Ministerio de Industria aseguró en su día que sólo recurriría la multa si el Gobierno estaba seguro de ganar, pero no hay muchos casos, por no decir casi ninguno, que la CE haya perdido basados en el artículo 82.
Así lo reconocían los abogados de Microsoft antes de conocerse la sentencia que confirmó la multa comunitaria -la única por un tema de competencia superior a la de Telefónica-. A diferencia de las resoluciones de la CE sobre fusiones o similares, cuando se trata de competencia el Tribunal no suele tumbar las decisiones de Bruselas.
También Wanadoo confió en que el Tribunal anulara su multa, en un caso parecido al de Telefónica, sin conseguirlo. El próximo expediente que pondrá a prueba la solidez de la CE es la sentencia de Luxemburgo sobre una sanción a Deutsche Telekom, prevista para finales de año.