Menos gasto, igual confort
Calefacción, luz y frigorífico, las claves del ahorro en el hogar
Una de las principales cuestiones que uno debe conocer para tratar de ahorrar energía en el hogar -con el consiguiente ahorro económico y la reducción de emisiones nocivas a la atmósfera- es el consumo de las aplicaciones o electrodomésticos de la casa, sobre todo en las que éste sea mayor.
Desde Fecsa Endesa, y con motivo de la Semana de la Energía 2007 que se celebró recientemente en Barcelona, proponen algunas medidas de ahorro de energía pensadas específicamente para jóvenes y una vivienda de unos 45 metros cuadrados. En este caso el consumo principal sería: el frigorífico (18%), la iluminación (18%) y la calefacción (15%).
En lo que respecta a la calefacción, el primer paso es evitar la fuga de calorías hacia el exterior, es decir, aislar térmicamente las paredes y ventanas. Otro punto importante es el sistema de calefacción a utilizar. Según estos expertos, si la vivienda está situada en una zona climática en la que se necesite apoyo de aire acondicionado, la solución óptima es la bomba de calor, que permite disponer de calor y de frío, y consume un 60% menos que un sistema de calefacción eléctrica convencional, todo esto apoyado por programadores horarios y termostatos de calidad.
Otro de los responsables del mayor gasto en la vivienda es el frigorífico. Los especialistas recomiendan, en el caso de comprar uno nuevo, pedir la etiqueta energética. Un frigorífico de clase A consume un 55% menos que otro de la clase E, aproximadamente 40¦euro; euros en la factura eléctrica. También hay que tener en cuenta algunos consejos, como descongelar los alimentos dentro de la nevera para aprovechar el frío que desprenden, no introducir alimentos calientes, y colocar el aparato lejos de fuentes de calor como el horno.
En el caso de la iluminación es necesario remarcar las ventajas de las luces electrónicas de bajo consumo frente a las bombillas de incandescencia, que duran 10 veces más y ahorran un 80% de energía, lo que supone aproximadamente 68 euros de la factura eléctrica anual. Aunque sean más caras, su amortización está asegurada, indican desde Fecsa Endesa.