Eco de burbuja financiera en la Bolsa de Shanghai
Alerta sobre un mercado que cotiza a un PER de 60 veces
El inversor que en 1999 afirmaba no invertir en tecnología por desconocimiento de la industria y que en 2002 apuntó los riesgos de los derivados de crédito y la innovación financiera apunta ahora a China. Warren Buffett, conocido también como El Oráculo de Omaha, primer accionista de la sociedad de inversión Berkshire Hathaway, afirmó ayer en una conferencia que los inversores deberían ser cautelosos respecto a un mercado que este año se ha duplicado. 'Nunca compramos acciones cuando los precios se disparan', afirmó Buffett. Berkshire ha vendido este año el 7% de Petrochina, empresa de la que aún tiene el 3,1%.
La efervescencia de la Bolsa china ha llevado al índice de la Bolsa de Shanghai a subir un 108% en lo que va de año, después de haber vivido un flojo 2006. De este comportamiento se han beneficiado también algunos inversores españoles; la rentabilidad media de los 52 fondos de renta variable china a la venta en España es del 76%, con varios de ellos por encima del 90%. Pero este comportamiento ha puesto las acciones caras: el PER -veces que el precio contiene el beneficio- de este mismo índice de Shanghai supera las 60 veces y más que cuadruplica el del Ibex 35. 'Puede estallar la burbuja en cualquier momento. Greenspan Alan, ex presidente de la Reserva Federal de EE UU ya la ha catalogado como burbuja y el gobierno chino ha mostrado en varias ocasiones su preocupación', explica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
El impulso al mercado chino viene, en cualquier caso, de los inversores locales. 'Hay mucha especulación doméstica en la Bolsa china, y mucha gente invirtiendo a crédito. Greenspan afirmó que sólo sabemos que hay una burbuja cuando estalla, pero se ha contradicho afirmando que hay una burbuja en China', explica José Carlos Díez. 'Las acciones chinas ya muestran signos de burbuja. Cotizan a valoraciones similares a las de Japón en los años 90 y a las de las tecnológicas en 2000. Pero parece más un asunto doméstico, una burbuja menor comparada con las que han caracterizados otros mercados alcistas maduros', explica Citigroup en un informe.
Sólo el 1,5% de la capitalización de los mercados chinos está en manos de inversores extranjeros, luego el efecto directo sobre otros mercados sería menor. 'También tiene mucho potencial de desestabilizar los mercados globales, y así pasó el 26 de febrero. Además, ahora las Bolsas se han sostenido en la idea que el crecimiento mundial se mantendrá por el nuevo rol de los emergentes, por tanto es probable que el final del ajuste bursátil pueda venir por problemas en alguna Bolsa emergente'.