Solbes garantiza los compromisos presupuestarios, aun con menos crecimiento
El vicepresidente admite que en diciembre se revisará a la baja la previsión del PIB para 2008
Lejos de sacralizar la previsión oficial de crecimiento del 3,3% para el año que viene, Pedro Solbes reveló ayer en el debate de totalidad a los Presupuestos una foto de coyuntura mucho menos rígida que la presentada en las últimas semanas. El vicepresidente admitió la posibilidad de que el aumento del PIB no se atenga a esta previsión debido a 'factores externos' relacionados con el desboque del precio del petróleo y la crisis hipotecaria en Estados Unidos, pero garantizó, en todo caso, que todos los compromisos presupuestarios 'se cumplirán' aunque el crecimiento económico sea menor.
'No estamos satisfechos con esa cifra del 3,3%, es posible, pero no inamovible', reconoció Solbes, después de recordar que las previsiones macroeconómicas suelen ser revisadas, como mucho, dos veces al año. De hecho, anticipó que el Gobierno modificará en diciembre el cuadro macro con previsiones que 'van a tener sesgos a la baja'. En todo caso, señaló, 'esperamos que el crecimiento esté en torno al 3%'. Incluso con este dato 'se pueden cumplir los objetivos presupuestarios', vaticinó.
El vicepresidente, que fue informado del fallecimiento de su hermano menor durante el debate, encaró el mismo con su habitual serenidad, en parte porque el líder del PP, Mariano Rajoy, eludió entrar en la discusión de las cifras y se refugió en argumentos más políticos. Solbes aprovechó la ocasión para recordarle la mejora de casi todos los indicadores económicos desde 2004 y también para expresar su confianza en la buena evolución de los mismos, a pesar de que los riesgos derivados de la situación internacional sigan vigentes.
La crisis ferroviaria en Cataluña quitó margen al PSOE para convencer a CiU y ERC de que retiraran su enmienda
Los márgenes de seguridad incorporados a los Presupuestos de 2008, razonó, 'son suficientes' para que aun en el peor de los escenarios el saldo previsto para la administración central y el resto de las administraciones públicas pueda cumplirse. Lo mismo vale para las inversiones comprometidas en infraestructuras y para los compromisos de gasto social contraídos por el Gobierno en las cuentas del año que viene, agitados por Mariano Rajoy en el debate para intentar probar el divorcio que existiría entre el vicepresidente económico y el presidente Zapatero. Los elogios de éste último a Solbes escuchados en las últimas semanas, sumados a la filtraciones que le colocan en disposición de repetir en el cargo en la próxima legislatura, le sirvieron de escudo protector.
Solbes invirtió también su último gran debate de la legislatura en intentar enterrar el cartel de pasividad y falta de entusiasmo que le han colocado algunos sectores del PSOE. No sólo hizo balance exitoso de los logros cosechados desde 2004 sino que expuso como un mérito propio y de su equipo la política económica aplicada desde entonces. 'Algunos atribuyen estos éxitos a la inercia de legislaturas anteriores, pero la realidad es que responden a sólidos fundamentos de nuestra economía, así como a la política económica que hemos desarrollado, que ha contribuido a potenciarlos.
El debate de ayer estuvo impregnado de una visible inquietud en las filas socialistas por el impacto político de la crisis ferroviaria en Cataluña. La oposición tampoco se sustrajo a exprimir este flanco débil. El PP reprochó a Solbes la ineficacia que estaría demostrando el Ministerio de Fomento en la gestión de las obras del AVE y, al mismo tiempo, la cascada de agravios comparativos entre comunidades que se habrían fomentado en los Presupuestos de 2008 a raíz del reparto de la inversión territorial.
Solbes le hizo ver a Rajoy la contradicción en la que incurre el PP al quejarse de una distribución supuestamente injusta de los recursos estatales cuando, en buena medida, ésta deriva de las obligaciones incorporadas a reformas estatutarias en vigor avaladas por el primer partido de la oposición.
El margen para convencer a CiU y ERC para que retiraran sus enmiendas al Presupuesto se agotó definitivamente cuando resucitaron los problemas de cercanías en Cataluña. Ello contribuyó a que Solbes tuviera que afrontar ayer seis propuestas de devolución del proyecto al Gobierno, defendidas por el PP, CiU, ERC, IU, EA y Nafarroa Bai. Por ello, los votos del PNV y del Grupo Mixto se convirtieron en imprescindibles. Al final, el Gobierno logró superar el primer escollo presupuestario por 177 votos, frente a 168 que defendieron el parón del proyecto.
Rajoy promete una oferta fiscal más ambiciosa El líder del PP cree que Solbes ha perdido autoridad 'La crisis financiera necesita de reacciones inmediatas'
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, se esforzó ayer en colocar en el debate presupuestario estos cuatro mensajes: Solbes no manda y se limita a obedecer a Zapatero. Sus previsiones presupuestarias no se cumplirán, entre otras razones porque no tienen en cuenta los dos puntos débiles de la economía, inflación y déficit exterior. El Gobierno no reacciona ante la incertidumbre internacional originada por las hipotecas subprime en Estados Unidos. Y, por último, la reforma tributaria que entró en vigor en enero no ha evitado que haya subido la presión fiscal. Conclusión: el PP dispone de un programa económico mejor articulado, que incluye una reforma fiscal mucho más ambiciosa, en un momento en el que 'muchísimos españoles' en el discurso distribuido a los periodistas se lee la mitad de los españoles no llegan a fin de mes.El portavoz económico del PP, Miguel Arias Cañete, le había preparado a Rajoy un discurso que evitaba el catastrofismo para que Pedro Solbes no pudiera aferrarse a este argumento con el que tanto se ha castigado al primer partido de la oposición en los últimos años. De ahí su interés en incidir en la evolución de la fiscalidad en esta legislatura y en el programa alternativo del PP. 'Volverá a subir la presión fiscal, como ha venido ocurriendo en los tres últimos años. Un punto por año, lo que representa, sólo en 2007, 10.500 millones de euros. No está nada mal para quien se comprometió, en jornada tan solemne como el día de su investidura, a no subir la presión fiscal', ironizó Rajoy.El presidente del PP llevará en su programa la eliminación del Impuesto de Patrimonio, un tipo mínimo del 12% y máximo por debajo del 40% en el IRPF y una reducción del 5% en los tipos del impuesto de sociedades.Al contrario que Solbes, Rajoy no ve razones para el optimismo cuando 'España es el país de la OCDE donde más rápidamente ha crecido el endeudamiento'. Hasta 800.000 millones el de las familias y hasta 1,1 billones de euros el de las empresas, frente a una deuda que en 2004 era de 540.000 y 600.000 millones, respectivamente.En opinión de Rajoy, Solbes se ha plegado 'a los intereses electorales' del PSOE olvidando todos estos problemas y optando por 'tirar de talonario'. Su receta fue muy simple: 'Menos gastos electoralistas y menos impuestos. Así de fácil'. En suma, defendió, apostar por unos Presupuestos 'que devuelvan la confianza a los agentes económicos y sociales'.'La crisis financiera necesita de reacciones inmediatas'Los llamamientos, unos públicos, otros privados, que destacadas personalidades del mundo financiero y empresarial han hecho llegar al PP para que temple su discurso económico y evite el alarmismo no han surtido demasiado efecto en su líder, Mariano Rajoy. Este leyó ayer que 'cunde la desconfianza entre las instituciones financieras, de la que es buena prueba la congelación del mercado interbancario' y animó al Gobierno a adoptar 'reacciones inmediatas y acertadas'. En su opinión, 'el escenario económico internacional' sigue cubierto de 'un velo de incertidumbre'.
CIU 'Sin palabras frente a la incompetencia'
El año pasado, CiU cedió y retiró a última hora su enmienda de totalidad al Presupuesto de 2007 a cambio del compromiso del Gobierno de crear una comisión para cambiar el cálculo de la inversión en infraestructuras destinada a Cataluña. En esta ocasión, no pudo ser. Los nacionalistas catalanes mantuvieron su enmienda con el argumento de que 'no hay palabras para definir la incompetencia' del Gobierno en la gestión del sistema ferroviario en esta comunidad. Así lo mantuvo Josep Antoni Durán i Lleida, molesto también con Solbes por lo que interpreta como un nuevo incumplimiento de las previsiones de inversión contenidas en el Estatuto de autonomía. 'Parece inconcebible en un sistema democrático', le dijo al vicepresidente, 'la escasa transparencia que tiene la ejecución de los Presupuestos y las inversiones'. Esta laguna se evitaría, defendió el portavoz de CiU, con la publicación de las famosas balanzas fiscales. Solbes se mostró dolido por los argumentos de CiU y descartó cualquier posibilidad de que el Gobierno caiga en esa trampa.
PNV 'No debe haber regresión autonómica'
Consciente de la importancia que ayer tenía su apoyo al Gobierno para sacar adelante los Presupuestos, el portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, recordó a Pedro Solbes que este respaldo no debe interpretarse como un cheque en blanco a través del cual pueda darse una 'regresión autonómica'. Azpiazu exigió al Gobierno que 'respete las reglas del juego y no se entrometa en ámbitos competenciales que no le corresponden'.Este apoyo del PNV a los Presupuestos, que irá seguido de un aval del Partido Socialista de Euskadi a los presupuestos vascos del año que viene, tiene también su origen en el acuerdo firmado por ambos gobiernos el pasado mes de julio que despeja la relación económica con el País Vasco, al menos hasta el año 2011, gracias en parte a la nueva metodología aplicable para calcular el cupo, es decir el dinero que el Gobierno vasco debe pagar al Estado por las competencias que este último ejerce en Euskadi.Azpiazu basó también el apoyo a los Presupuestos en los proyectos de I+D+I que el Gobierno ha comprometido en Euskadi.
IU 'Hace falta mayor gasto social'
Iniciativa per Cataluña, con dos diputados en el Congreso, se abstuvo ayer en la votación de las enmiendas a los Presupuestos tras arrancar del Gobierno un acuerdo por el que éste acepta incorporar a estos últimos el compromiso de revisar la metodología para calcular las inversiones en Cataluña, según lo pactado entre el Gobierno central y la Generalitat. Así lo anunció a última hora de la tarde de ayer el portavoz de ICV, Joan Herrera (en la foto), quien ha conseguido también la reorientación para medio ambiente de 180 millones de euros de los 723 asignados a la Generalitat en estos presupuestos. Los tres diputados de IU se mostraron, en cambio, más críticos. Su portavoz, Gaspar Llamazares, consideró que los Presupuestos del año que viene certifican que el Gobierno 'ha orientado su brújula hacia el centro', al haber dado continuidad 'a un modelo de crecimiento heredado del PP'. En su opinión, el Ejecutivo ha antepuesto el superávit fiscal 'al necesario giro social y ambiental'. 'Hace falta más gasto social', defendió Llamazares.
ERC '19.000 millones de déficit con Cataluña'
Esquerra Republicana de Cataluña no evitó ayer incurrir en la contradicción que supone participar en el Gobierno de la Generalitat y, al mismo tiempo, rechazar unos Presupuestos que recogen los compromisos de inversión pactados con ésta. Con todo, el portavoz de ERC, Joan Puig, aseguró que las inversiones reales previstas para Cataluña en 2008 sólo alcanzan el 14,9% del total estatal, lejos del 18,8% estipulado en el Estatuto de Cataluña, cuando el 'déficit' fiscal de esta comunidad con el Estado central asciende a 19.000 millones de euros anuales, el 10,5% del PIB. Como en el caso de CiU, los republicanos emplazaron también a Solbes a publicar las balanzas fiscales.El vicepresidente económico, Pedro Solbes, expresó su sorpresa porque la enmienda a la totalidad a los Presupuestos defendida por ERC se base en la supuesta falta de garantías en el cumplimiento de las inversiones en Cataluña, cuando ya hay un acuerdo explícito entre el Estado y la Generalitat al respecto.