Globalia escucha ofertas por su negocio de 'handling' en Portugal
La mayor constructora lusa, Mota-Engil, lanzó ayer un órdago a Globalia en la prensa portuguesa. Fue en forma de interés por su negocio de handling. El grupo de Juan José Hidalgo está dispuesto a negociar, pero sólo por la actividad en Portugal. Descarta, de este modo, desinvertir en los aeropuertos de España, Marruecos y México.
Si Globalia está en posición vendedora, nosotros lo estamos como compradores'. Con esta frase, publicada ayer por el rotativo portugués Jornal de Negocios, el constructor luso Antonio Mota se puso en disposición de tratar con el empresario salmantino Juan José Hidalgo, presidente del grupo turístico Globalia, la compra de un negocio de handling con presencia en España, Portugal, México y Marruecos. Y el reto ha encontrado respuesta. Los españoles podrían vender, pero sólo en Portugal. Según ha podido saber Cinco Días ya ha habido contactos informales al respecto.
Globalia, grupo que reúne firmas como Air Europa, Halcón Viajes y Pepecar, controla el 50,1% de Groundforce Portugal, a través de la que presta servicios en los aeródromos de Lisboa, Faro, Oporto, Funchal y Porto Santo. Su posición en el país vecino, aseguran fuentes del sector, resulta incómoda por las tensiones con el otro socio, la aerolínea TAP Air (49,9% del capital). De ahí la posibilidad de deshacerse de una parte de su división de handling. 'Los problemas con TAP en Groundforce son públicos. Estamos dispuestos a salir si se nos presenta una oferta interesante', reconoce un portavoz del grupo turístico.
La última piedra en el camino de la relación entre Globalia y TAP aparece en el mes de julio por el nombramiento de un consejero delegado para Groundforce Portugal. Globalia era partidaria de un candidato de consenso y ambos accionistas siguen en la búsqueda de esa figura. 'Nuestros pactos dicen que TAP nombra al consejero delegado, pero éste debe actuar a las órdenes del consejo', dice Carlos García, director general de Groundforce.
La aparición de una firma portuguesa, Mota-Engil, que pudiera entenderse con TAP y con el propio Gobierno del país vecino abre una puerta de salida a Globalia.
'Los presidentes de Globalia y Mota no se han sentado a negociar, pero ya ha habido contactos y suponemos que los portugueses tienen el beneplácito de su gobierno cuando han salido a contarlo en prensa', apunta García.
Si la presunta oferta que debe llegar a Juan José Hidalgo en los próximos días es por el negocio portugués, 'escucharemos con atención', apuntan en Globalia. Pero queda descartado vender el resto del negocio de handling.
Fuentes citadas por Jornal de Negocios valoraron ayer entre 330 y 380 millones de euros toda la actividad de servicios de tierra de Globalia. Un precio que no estaría lejos de las estimaciones que manejan Hidalgo y sus colaboradores.
Globalia, quinto operador internacional independiente de handling, trabaja en los aeropuertos españoles de Barcelona, Madrid, Málaga, Arrecife, Fuerteventura, Las Palmas, Santiago, Sevilla, Valencia y Logroño. Presta sus servicios en Marraquech, Agadir, Casablanca y Fez, en Marruecos. De su presencia en México destaca el handling de México DF y Cancún. Y cierran la cesta de participaciones las cinco referencias portuguesas, con los dos aeropuertos de mayor tráfico entre ellos, Lisboa y Oporto.
En el sector aéreo se manifestó ayer de todo menos sorpresa. Y es que el interés de Mota-Engil por explotar el handling no es nuevo. De hecho, Mota e Hidalgo ya pujaron por la Sociedad Portuguesa de Handling (SPdH), hoy Groundforce Portugal, en 2004. Por entonces, y en pleno proceso de privatización de SPdH, la constructora ofertó 40 millones, pero fue Globalia la que se adjudicó el concurso por 45 millones.
Pepecar.com
Globalia estudia la venta de Pepecar.com, según informa Servimedia citando fuentes de la empresa. Aún no se han dado pasos al respecto, asegura la agencia, mientras la firma de alquiler de coches a bajo precio desmiente la salida del capital de la familia Hidalgo.
Enfrentamiento por el consejero delegado
El mercado luso representa para Groundforce el 45% de la cifra de negocio de Globalia en el mundo del handling, el resto proviene de España, Marruecos y México.La empresa española se ha encontrado con un socio, la aerolínea lusa TAP Air, que actúa como cliente y socio, lo que resulta difícil de asumir por Globalia: 'TAP está realizando una interpretación demasiado laxa sobre los acuerdos firmados durante la privatización de la Sociedad Portuguesa de Handling hoy Groundforce Portugal', argumenta Carlos García, director general de Groundforce.Para el último capítulo en la disparidad de criterios entre Globalia y TAP parece que hay solución cercana. La disputa en que ambas se enzarzaron en verano por el nombramiento del consejero delegado en Portugal se resolverá durante la primera quincena de noviembre. Tras ser rechazada la opción de TAP, el proceso de selección de un nuevo ejecutivo ha entrado en la recta final y Globalia pide que su labor responda al dictado del Consejo de Administración, tanto de TAP como de Globalia.A pesar de que se hayan relajado las posturas en torno al consejero delegado, TAP y Globalia parecen condenadas a no entenderse: 'Es difícil hacerlo con un socio que defiende sus intereses como cliente', afirman desde la empresa española.