Impotencia del G-7
El petróleo a 90 euros el barril, lo nunca visto. El euro en récord histórico frente a un billete verde cuya mala forma inquieta: más todavía, la luz roja se ilumina. Y peor aún, nada indica que estos excesos sobre el oro negro y las divisas vayan a calmarse (...).
Durante este tiempo, nuestros grandes banqueros del G-7 se felicitan de la fuerza del crecimiento mundial y reprenden a Pekín por su política de yuan débil. Sin embargo, en el primer caso, los representantes de los grandes países industrializados están en su papel cuando se quieren asegurar de la marcha económica del mundo, cuestión de hacer olvidar la crisis de las hipotecas subprime que ha hecho tambalear el planeta financiero este verano (...). Pero se les ve, una vez más, extrañamente ausentes del tema de la caída del dólar (...).
¿Qué podemos sacar como lección? Primero, que el G-7, que aparentemente en cada una de sus grandes citas se pone al cuidado de las divisas, no ha osado nunca señalar los verdaderos desequilibrios, como los que se producen hoy sobre el petróleo y los cambios. Después (...), que el mismo G-7 no tiene en realidad apenas medios para hacer su política sobre los asuntos citados. Lo que vuelve a levantar un acta de impotencia en los grandes banqueros.