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Regulación de capital

La OCDE avala la amnistía fiscal como vía para repatriar dinero negro

Seis países de la OCDE han logrado que sus contribuyentes regularicen miles de millones de euros evadidos gracias a la amnistía fiscal. Italia, por ejemplo, ha logrado una recaudación adicional de 2.000 millones de euros. La OCDE avala este sistema, pero recuerda que es una 'medida excepcional'.

La última oleada de perdones fiscales iniciada a partir de 2002 ha dado sus frutos. Al menos, así se desprende del último informe de la OCDE sobre Mejora del acceso a los datos bancarios con fines fiscales. Alemania, Bélgica, Grecia, Italia, México y Portugal son los abanderados de esta iniciativa. Otro grupo de países, formado por Canadá, EE UU, Irlanda y Reino Unido, ha sido algo más cicatero y aunque sí exige el pago de impuestos, perdona las sanciones. Para la OCDE la amnistía es una estrategia válida vinculada a recuperar capitales ocultos, pero que 'debe ser percibida como una medida excepcional'.

Cerca de 500 millones de euros en Bélgica, unos 900 millones en Alemania y 2.000 millones en Italia son los ingresos directamente vinculados a las diferentes amnistías fiscales adoptadas en estos países entre 2003 y 2006. Y es que, en conjunto, detrás del perdón fiscal hay un pago de impuestos muy reducido, con unos gravámenes que se mueven entre el 2,5% de Italia y el 25% de Alemania calculado, eso sí, sobre el 60% del dinero evadido.

Más modestos han sido los resultados de Portugal, que gracias a su amnistía ha ingresado uno 41 millones de euros. Y espectaculares son las expectativas de Grecia que espera repatriar unos 20.000 millones de euros, cerca del 10% de su PIB.

Los contribuyentes del Reino Unido que declaren dinero opaco antes de noviembre no serán sancionados

España no cuenta con medidas específicas para repatriar el ahorro oculto en el extranjero

Los resultados de las iniciativas adoptadas en otros países que han preferido suavizar o eliminar las sanciones sin renunciar al cobro de impuestos son más tibios. Irlanda, por ejemplo, ha logrado aflorar 856 millones de euros de unos 15.000 titulares de cuentas en el extranjero con un sistema que sólo preveía rebajas en las sanciones. En el caso de EE UU, con una iniciativa que terminó ya en 2003, recaudó 270 millones de dólares (189 millones de euros) y resultaron afectados 1.300 contribuyentes.

El Reino Unido ha sido uno de los últimos países en incorporarse a un cierto perdón fiscal y en abril de este año lanzó un programa destinado a que paguen lo que deben los contribuyentes con sus ahorros ocultos en el extranjero. Como gancho, el perdón de las sanciones que, en el Reino Unido, pueden llegar al 100% de la deuda. El plazo para regularizarse termina el próximo 26 de noviembre y afecta a todas las personas con cuentas bancarias en el extranjero. Casi en paralelo, la autoridad fiscal del Reino Unido ha logrado obligar a cuatro instituciones financieras a que le proporcione información detallada sobre residentes en el Reino Unido con cuentas en el extranjero.

La OCDE no hace referencia alguna a España. En este país, la última amnistía fiscal se inició en 1991, cuando el Gobierno permitió invertir el dinero oculto hasta la fecha en un producto creado ad hoc, la Deuda Pública Especial. Esta inversión se mantendría hasta 1997, cuando ya se permitió a sus titulares rescatar el capital. En la actualidad, España no tiene en marcha ningún sistema específico encaminado a lograr la declaración voluntaria por parte de los contribuyentes del dinero oculto en el extranjero.

Fuera del marco de la OCDE, Rusia y Sudáfrica también se han apuntado a la moda de la amnistía. Desde el pasado mes de marzo y hasta fin de año, a cambio de pagar sólo un 13%, los contribuyentes rusos podrán aflorar su dinero opaco. En el país africano la amnistía finalizó en 2004 y su éxito fue tal que, según la OCDE, podría convertirse en un referente mundial a la hora de encontrar argumentos a favor de los diversos programas de amnistía adoptados en el mundo.

Tirón de orejas para Austria, Luxemburgo y Suiza

Más allá de las medidas internas de cada país para combatir la movilidad del dinero en busca del mejor y más barato refugio, el intercambio de información entre autoridades e instituciones financieras se revela como el gran caballo de batalla.Pese a los avances realizados en este terreno, entre otros, gracias al acicate de la OCDE, aún hay muchos territorios reticentes al intercambio de información. Así, según la OCDE, Austria, Luxemburgo y Suiza, continúan manteniendo 'restricciones significativas' en cooperación internacional para combatir la evasión fiscal. Según declaró el presidente del comité de Asuntos Fiscales de la OCDE en la presentación del informe Mejora del acceso a los datos bancarios con fines fiscales, estos países deben hacer más avances en la aplicación de los principios internacionales con los que se han comprometido. Ciocca recordó que como todos los miembros del conocido como Club de los países desarrollados, esos tres manifestaron su adhesión a los principios fijados a escala internacional, pero han fallado en su concreción.Por su parte, el director del Centro de Política Financiera de la OCDE, Jeffrey Owens, manifestó su descontento con Panamá, máxime por el hecho de que muchas empresas acuden allí para participar en las obras de ampliación del Canal. Asimismo, los informes de la OCDE destacan que Chipre, Liechestein y Singapur tampoco cumplen los estándares internacionales establecidos para combatir la evasión fiscal.

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