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Tribunales

La CNMV no intervino Gescartera en 1999 porque aún no conocía el desfase patrimonial

Antonio Jesús Alonso Ureba explicó que en abril de 1999 Fernández Armesto convocó una reunión "inminente" y "fuera del calendario" al objeto de tratar el informe en el que se indicaba la existencia de "irregularidades importantes" en Gescartera.

El secretario del Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) bajo la presidencia de Juan Fernández Armesto, Antonio Jesús Alonso Ureba, declaró hoy como testigo en el juicio oral del escándalo financiero de Gescartera, y explicó que la CNMV no intervino la sociedad tras la inspección de 1999 porque "aún no conocía" el desfase patrimonial de la entonces sociedad gestora de carteras.

"Había una gran confusión y si hubiera habido conocimiento se habría intervenido de inmediato", afirmó. La inspección se saldó con la adopción de medidas cautelares y con una sanción de 42.700 euros que no se hizo pública, al no ser una obligación legal.

El secretario del Consejo explicó que en abril de 1999 Fernández Armesto convocó una reunión "inminente" y "fuera del calendario" al objeto de tratar el informe elaborado por el entonces director de inspección de la CNMV, David Vives, y el consejero responsable, José Manuel Barberán, bajo el título de "Borrador sujeto a cambio", en el que se indicaba la existencia de "irregularidades importantes" en Gescartera.

Según explicó el testigo, el informe ¢no pasó¢ por el departamento de los servicios jurídicos del organismo regulador del que Ureba fue director "hasta antes de aceptar el puesto de secretario del Consejo".

"Hubo algo extraordinario que motivó la reunión", explicó el testigo. La reunión se saldó con la adopción de medidas cautelares y la creación de un equipo "especial" de inspección en Gescartera bajo la dirección del consejero Antonio Botella, en sustitución de Vives.

La inspección de Botella dio lugar a un nuevo informe en el que Gescartera demostró la presencia de los fondos de los clientes con tres cheques de La Caixa emitidos por la sociedad Hari 2000 por valor de 24 millones de euros que fueron aceptados por el inspector y permitieron a Gescartera seguir captando clientes. Posteriormente, se comprobó la falsedad de dicha documentación. Ureba abandonó la CNMV a finales de 2000 después de que el organismo regulador aceptara en octubre la conversión de Gescartera en agencia de valores bajo la presidencia de Pilar Valiente.

Declaración del socio de Camacho

El empresario del petróleo hispano iraní, Massoud Zandi, también declaró hoy como testigo para explicar sus relaciones con el propietario de Gescartera, Antonio Camacho, a quien conoció en 1999. Zandi negó haber recibido cheques de Gescartera ni conocer que el dinero que le aportó Camacho procedía de las cuentas de la agencia de valores.

El testigo explicó que Camacho participó "a título personal" con un 5% en su sociedad Mandraque, cuya inversión estaba destinada a un restaurante en Madrid y que le compró un coche por valor de entre 60.100 y 72.121 euros. En los registros de Gescartera se encontró un cheque al portador librado y firmado por el 'número dos' de la agencia de valores, José María Ruiz de la Serna, a favor de Zandi por valor de 60.100 euros.

El empresario explicó que Camacho le prestó 930.000 euros para la construcción del restaurante que posteriormente le devolvió. El proyecto de restauración "fracasó". Días después de la intervención del 14 de junio de 2001, la mujer de Camacho, Laura García Morey, llamó a Zandi para pedirle "dinero para abogados", que nunca les prestó, y le citó a una reunión celebrada en el hotel Villa Magna a la que asistieron ellos dos, José María Ruiz de la Serna y los periodistas Jesús Carrillo y José María Fernández Ameneiro, hermano del empleado de Gescartera, Agustín Fernández Ameneiro, donde se aseguró que dinero "estaba en el extranjero".

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