Compras en Alemania y México y otras con carácter selectivo
Telefónica se fijó hace 18 meses un compromiso firme de disciplina financiera en las adquisiciones. Venía de comprar O2, Cesky Telekom, filiales de Bellsouth y unas cuantas más, lo que había despertado los recelos del mercado. Por ello, prometió limitar el desembolso hasta 2007 a 1.500 millones de euros netos. Pocos lo creyeron, pero quedan menos de tres meses para que se cierre el plazo y a Telefónica le sobran 1.700 millones, porque ha gastado poco y ha ingresado 5.500 millones con desinversiones.
El resultado es que ahora no ha necesitado prometer nada. No hay nueva disciplina financiera resultado de la conferencia con analistas de Londres, sólo el anuncio de que las compras serán selectivas y centradas en las zonas donde ya opera Telefónica.
En este sentido, el mensaje de César Alierta, presidente de la firma, fue claro: 'Tenemos el tamaño y la escala apropiada. A partir de aquí se puede crecer. No queremos una compañía sobredimensionada e inmanejable'.
Pero Telefónica tiene dinero y parte será destinado a reforzar su posición actual. La compra del 50% de Vivo que está en manos de Portugal Telecom es un objetivo clave de Telefónica. Pero vendrá acompañado de un ingreso en efectivo, ya que Alierta aseguró ayer que sólo seguirán en el capital de Portugal Telecom mientras sigan siendo socios en Vivo, en caso contrario, venderá el 11% que tiene en estos momentos.
Como países concretos donde se harán compras, el ejecutivo citó Alemania y México, donde se buscan empresas pequeñas de banda ancha. Para evitar especulaciones, Alierta hizo una lista de lo que no se va a comprar. No interesa la alemana E-Plus -filial de KPN-, ni la francesa Bouygues, ni la griega OTE.
Por supuesto, interesa Telecom Italia, de la que Telefónica aspira a ser socio industrial y aprovechar las sinergias que se pueden producir entre ambas. La operación, según Alierta, se cerrará como muy tarde a mediados de noviembre. Queda que Brasil dé su visto bueno, pero el presidente se mostró convencido de que el regulador decidirá en la segunda mitad de este mes dar vía libre al acuerdo.