Cajasol ultima un nuevo mapa empresarial con menos ladrillo
Cajasol, la entidad resultante de la fusión de El Monte y San Fernando, ultima en estos momentos su nuevo mapa de empresas participadas, en el que perderán peso las inversiones inmobiliarias por recomendación del Banco de España.
Según el informe remitido en septiembre por la caja a la CNMV con motivo de la constitución de Cajasol, el grupo de empresas, con 220 empresas, ha realizado en lo que va de año inversiones empresariales por valor de unos 35 millones de euros. Esta cifra tiene como contrapartida varias desinversiones importantes todavía por oficializar y que pueden representar más de 50 millones de euros. En este apartado sobresale la salida de Cajasol de una parte del grupo Consorcio Jabugo, controlado ahora por Agrolimen, y la venta de su participación en el aeropuerto de Ciudad Real.
Como ha venido explicando el presidente de la entidad, Antonio Pulido, Cajasol pretende recortar el perfil de riesgo de sus operaciones y lograr un grupo de empresas acorde a su tamaño y con mayor diversidad de sectores. La cartera industrial suma 657 millones de euros y presenta un valor de mercado superior a los 1.000 millones, según datos de la entidad. Un 40% de estas inversiones estaban todavía situadas a finales de 2006 en operaciones relacionadas con el sector inmobiliario.
Entre los proyectos acometidos en el presente ejercicio resalta por su volumen la entrada en el banco andaluz de cajas (BEF), que ha supuesto para Cajasol un desembolso de 15 millones de euros y una participación del 33%, igualada con Unicaja.
La siguientes operaciones en importancia tiene que ver con sociedades de inversión que Cajasol comparte con otras cajas españolas, como Atalaya y Sagane. Así, la entidad ha destinado 7,7 millones para hacerse con el 17,2% de Sagane, además de aportar 4,6 millones de euros a Atalaya para asumir la entrada de esta sociedad en Vueling.