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CincoSentidos

Medicina exprés para ejecutivos

El hospital USP San José de Madrid es pionero en la aplicación de tratamientos para deportistas a todo tipo de pacientes. Su especialidad: ejecutivos sin tiempo que perder

Es el Messi de la traumatología'. Así presentó Gabriel Masfurroll, presidente de los hospitales privados USP y ex directivo del F.C. Barcelona, al doctor Ángel Villamor durante la inauguración de la ampliación del Hospital San José. Los invitados, Ana Botella y Juan José Güemes, consejeros de Medio Ambiente y Sanidad de la Comunidad de Madrid, sonrieron tímidamente. Quizás hubieran preferido la comparación con Robinho o cualquier otro astro madridista.

Independientemente de las comparaciones, la realidad es que el doctor Villamor se ha ganado un gran prestigio en el ámbito de la medicina deportiva. Pero su peculiaridad reside en que su equipo se ha especializado en la aplicación de los avances de los tratamientos de élite a todo tipo de personas. 'Una buena parte de nuestros pacientes son ejecutivos o autónomos que no se pueden permitir pasarse muchas semanas parados', explica. La medicina deportiva acorta el tiempo de convalecencia hasta límites insospechados y esto es precisamente lo que buscan los pacientes que acuden al doctor Villamor. 'Un alto directivo se rompió la clavícula un sábado, lo operamos el domingo y el lunes viajó sin que nadie notara su lesión a una ciudad europea para cerrar un importante contrato', explica orgulloso Villamor.

El equipo facultativo se aprovecha de los avances que se aplican en la medicina deportiva, que evoluciona a gran velocidad. Para un deportista, recuperarse una semana antes de lo habitual puede significar ganar un mundial o participar en la final de su vida. De las 20.000 consultas que realiza el equipo de Villamor, sólo un 5% son deportistas, pero juegan un papel determinante. 'Suelen arriesgarse más y son los primeros en probar nuevos tratamientos que, si funcionan, luego aplicamos al resto de pacientes. Hacen un poco de conejillos de indias', confiesa el especialista. El equipo de Villamor lleva sólo desde el verano en el hospital San José, pero trabajan juntos desde hace ya cinco años.

Entre sus pacientes se encuentran deportistas de élite como Fonsi Nieto, que no cesa de alabar en público a su médico. De hecho, el boca a boca ha hecho que este ortopeda y traumatólogo se haya convertido, casi sin querer, en un doctor apreciado en el ámbito taurino. Entre sus pacientes están figuras de primera línea, como César Rincón o el Cid, y otros buenos diestros como Cayetano Rivera.

A pesar de tratar a deportistas y toreros de élite, desde el hospital aclaran que el precio de sus servicios no varía respecto a cualquier consulta privada. 'Tenemos contactos con prácticamente todas las aseguradoras', explican. Y añaden que proporcionan el mismo tratamiento 'a un deportista profesional que a un jubilado'. Villamor defiende que a los pacientes les sale más rentable pagar algo más y poder regresar antes a sus puestos de trabajo. Precisamente por ello los ejecutivos forman el núcleo importante de su trabajo. Suelen llegar a la consulta los lunes tras lesionarse al practicar deporte el fin de semana, comenta.

Una de las técnicas más utilizadas por su equipo es cambiar la tradicional escayola por materiales más flexibles que ofrezcan mayor movilidad. Se suele decir que la medicina deportiva logra recuperar antes al paciente, pero a costa de curar superficialmente y peor. 'Esto es un tópico. Puede que antes hubiera algo de verdad, pero con lo que hemos avanzado, ya no es así', asegura el doctor.

Con la medicina deportiva, un esguince de tobillo puede curarse en unas tres semanas, mientras que los tratamientos convencionales alargan la convalecencia hasta las seis semanas o más. Pero si en algo ha destacado Villamor es en el tratamiento de la fractura de clavícula. Los que la sufren suelen llevar el brazo en cabestrillo durante al menos un mes. Sin embargo, el doctor opta por operarlo y en menos de 24 horas el lesionado logra movilidad. Y no es magia.

Unos superhombres llamados toreros

El nombre del doctor Ángel Villamor empezó a sonar con fuerza entre los burladeros cuando logró recuperar en un tiempo récord al diestro Matías Tejela. El torero sufría una fractura en la muñeca y debía permanecer parado unos tres meses. Tejela, por recomendación del ex piloto de motociclismo Ángel Nieto, acudió al doctor Villamor, quién le aseguró que le sacaría la escayola y que con su tratamiento en tres semanas volvería al ruedo. 'Vámonos, que este payo me quiere engañar', dijo Tejela levantándose de la silla. Villamor explica que le convencieron para quedarse y finalmente accedió a ponerse en sus manos. Veinte días más tarde, Tejela se vestía de luces, le brindaba un toro al doctor, cortaba dos orejas y salía por la puerta grande.La voz se corrió en el mundo taurino y Villamor empezó a recibir la visita periódica de matadores. El traumatólogo sostiene que los toreros, incluso más que los deportistas de élite, tienen una capacidad para recuperarse en tiempo récord. 'Están hechos de otra piel. Supongo que están habituados a sufrir y saben que ello forma parte de su trabajo', explica el doctor Villamor.

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