Llanera entra en suspensión de pagos
El grupo inmobiliario Llanera ha presentado esta mañana ante los juzgados de Valencia petición de concurso voluntario de acreedores (antigua figura de la suspensión de pagos) para seis de sus empresas que forman el grueso de la compañía presidida por Fernando Gallego. Además, un grupo de acreedores de Llanera ha presentado otra solicitud de concurso necesario.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat de Valencia informa que el grupo basa su petición en la situación ¢de insolvencia inminente¢ y que ¢muchas entidades financieras¢ se han negado a estructurar la deuda a largo plazo de la compañía.
Cinco Días ya publicó la pasada semana datos de la auditoría del pasado ejercicio de la compañía, que mostraban que la deuda total de Llanera ascendía a 748 millones de euros cuando la compañía públicamente sólo había admitido este año una deuda de 300 millones.
La solicitud de concurso voluntario será tramitada por el Juzgado de lo Mercantil número 2. El magistrado de este juzgado deberá dictar ahora un auto de declaración de concurso en el que se nombrarán a tres personas, que a partir de ese momento serán los administradores concursales.
Situación crítica
Los datos de la auditoría a los que ha tenido acceso Cinco Días muestran la situación crítica en la que se encuentra la empresa, al contar con fondos propios de 70 millones.
Los ingresos registrados por ventas de promociones dan cuenta del escaso negocio inmobiliario realizado por Llanera: ascendieron a 6,1 millones de euros, una cifra extremadamente pequeña para una compañía que pretendía competir con las grandes inmobiliarias españolas. Los gastos de personal dieron un salto considerable en 2005 hasta alcanzar los 30,27 millones de euros, un 140% más que el año anterior. La compañía pasó en un solo ejercicio de tener 403 empleados a 763 en 2006. En el departamento de dirección la cifra pasó de 18 empleados a 40.
Paralelamente a la solicitud de concurso necesario, un grupo de 20 empresas acreedoras de Llanera se ha reunido en los últimos días en un despacho de abogados de Madrid para estudiar otras medidas contra la compañía.